“Una última carta” de Damián Connelly y Lauri Fernández
El guionista porteño Damián Connelly y la dibujante mendocina Lauri Fernández son responsables del guión y dibujo, respectivamente, de Una última carta, vibrante policial de época lanzado en Febrero pasado por Rabdomantes Ediciones. La novedad presentada por el sello rosarino independiente dirigido por César Libardi cuenta con dos prólogos, firmados por los reconocidos autores Rodolfo Santullo y Leonardo Oyola. Novela gráfica orientada a un público decididamente adulto, fue editada en un libro con solapas, formato 24×17 cms. de 72 páginas, impresas a B/N y gris, que incluye buen diseño general, además de una lograda portada a cargo de la propia artista.
ENTRE DOS FUEGOS
Con una trama que se divide en cuatro actos, cada uno de los cuales está precedido por un naipe representando a uno de personajes centrales, se totalizan 64 páginas de historieta. El matón irlandés Trevor Callaghan fue, durante mucho tiempo, la mano derecha del Señor O’ Brien, famoso prestamista de su misma nacionalidad que opera ilegalmente en la Gran Manzana, presumiblemente en los años treinta, desde los fondos de su popular frigorífico, ofreciendo mesas de juego y damas de compañía a su no tan distinguida clientela. Hastiado del modo de vida que lleva desde hace años y con frecuentes problemas para conciliar el sueño por las noches, solo encuentra algo de paz en el Jazz, música que ejecuta como trompetista en una orquesta, con la que suele presentarse en clubes locales.

A falta de una, dos serán las féminas que, en distintos momentos del relato, se disputarán su cariño. De un lado, la fogosa Anna, blonda e impredecible meretriz de armas tomar, también a las órdenes de su patrón. De otro, la tierna pero a la vez misteriosa Alina, joven ayudante del ‘Gran Chauser’, un prestigioso ilusionista que está de gira por la ciudad, en cuyos brazos encontrará algo muy parecido al amor. El destino querrá que entre ambos florezca una relación prohibida, destinada al fracaso, en medio del contrato por un último trabajo extorsivo que, por motivos de diversa índole, no terminará saliendo según lo planeado.
CAMINO A LA PERDICIÓN
Estamos ante a una historieta ‘de género’ solo en apariencia, porque lo cierto es que, una vez leída, reniega bastante de esa forma. Pareciera que, con denodada intención, Damián y Lauri (ambos autores integrales, dato no menor), decidieron subvertir gran parte de los preceptos del policial negro a la hora de elaborarla, con la sana intención de divertirse, ellos mismos, y entretener, al público lector. Encontramos, entonces, aspectos de naturaleza fantástica (aquellos tramos que abordan el mundo onírico, la simbología del mazo de cartas o, aún, la magia), con otros más propios del noir (la mafia, femmes fatales, deudas de juego y asesinatos por encargo), sutilmente entrelazados por el autor de Me prometiste oscuridad. Retazos hábilmente cosidos sobre la base de buenos diálogos y elegantes vueltas de tuerca, donde el erotismo y la música son elementos constitutivos esenciales (hay dos secuencias de sexo bastante explícitas).

Por el lado de la faz gráfica, encontramos a una dúctil Fernández, valiéndose de cierta línea de estilo clásica, que difiere bastante del trazo exhibido en Turba: Memorias de Malvinas. Un elaborado trabajo, deudor de la vieja escuela, con el empleo de tintas y pinceles bien cargados. Negros plenos, pero también muy eficaces grises, siempre al servicio del particular clima que rodea y envuelve a la historia de principio a fin. Todo esto, dándose la mano con una narrativa de gran fluidez, desde una puesta en página sumamente tradicional. En síntesis, un dibujo sintético y expresivo, de notable contundencia visual, que remite, entre sus influencias, a cositas del recordado maestro Oswal.
Original propuesta, entonces, para propios y extraños. Es decir, esto va a funcionar tanto para quienes gusten del policial, como para aquellos que sigan el trabajo de ambos creadores, no decepcionando a ninguno. Material que obliga a más de una lectura. Como el Tarot.

