Volvemos con los “lados B” de Vertigo, para explorar los títulos solapados o un poco desapercibidos del sello en cuestión. Siguiendo el orden alfabético, hoy destacamos Crossing Midnight, Dhampire y The Exterminators.
Crossing Midnight
Mike Carey & Jim Fern (2007)
Carey es, al día de hoy, uno de los autores más asociados y representativos del sello Vertigo. Su gran trabajo, Lucifer (ya anunciada por Ovnipress), nacido como un spin off de Sandman, logra emanciparse de su título madre, llegando incluso a a ser adaptado a televisión mucho antes que ella. Pero su bibliografía “vertigosa” incluye Hellblazer, God Save the Queen y Faker, entre otros. Crossing Midnight es de las cosas más desapercibidas de sus trabajos, quizás se lo pueda ver como algo de transición, antes de The Unwritten, su segunda más longeva.
Crossing Midnight no es la octava maravilla, hay que ser sincero. Pero considerando eso, logró la nada despreciable cantidad de diecinueve números antes de ser cancelada, y hoy en día, y para un título concentrado en una sola idea es un logro casi utópico. ¿Será que el público no tiene la paciencia que tenía antes o es una razón meramente económica?
Veamos su premisa: Carey y Fern nos llevan al Japón actual, moderno, pero para contarnos una historia totalmente fantástica, con algo de yokais y folclore local, protagonizada por los gemelos adolescentes Kaikou y Toshi. Ellos viven con total normalidad, hasta que descubren que sus vidas siempre estuvieron ligadas a un juramento, más bien una deuda, con una deidad ancestral. Tal deuda estipula que Toshi debe servirle a la entidad, abandonando sus recuerdos por completo, y partir con ella a su reino. De qué manera regresa, cómo recupera su identidad, y qué puede hacer su hermano para ayudarla son las preguntas que motorizan el relato, mientras Carey y Fern nos componen un Japón contemporáneo y amalgamado con mitología, demonios y terror.
Se nota que la idea se genera del consumo de cultura japonesa de Carey, especialmente el manga de terror, pero a diferencia de un mangaka como Junji Ito, Carey le da mucho desarrollo a su idea, y con ello se aleja bastante de lo que es una historieta japonesa. Al apegarse a una idea, y desarrollarla todo lo posible, Crossing Midnight se vuelve un poco monótona, a lo cual el dibujo de Fern no ayuda mucho. Si no fuera por él, estaríamos frente a un dream team autoral: Carey, Todd Klein (letreado), José Villarrubia (color) y J.H. Williams III (portadas). Pero al menos logra cerrar las ideas principales y la historia, con todo lo que tenían antes de bajar la persiana. Para completistas de Carey.

Dhampire: Stillborn
Nancy A. Collins & Paul Lee (1996)
Para cuando los primeros comics con el sello Vertigo llegaban a los estantes, los seis “grandes titulos” ya se encontraban bastante establecidas,y en el caso de Swamp Thing, se encontraba a cargo de Nancy Collins, Tom Mandrake y Tom Yeates. Ésta es la primera incursión en el mundo de las viñetas para la escritora de terror de Arkansas, que luego volvería a Vertigo con algo temáticamente más cercano a sus novelas: un relato melancólico de vampirismo pensado para la generación X.
Nicholas Gaunt es un joven problemático y con tendencias suicidas, que termina internado en una clínica por sus episodios violentos. Como resultado de una terapia de hipnosis experimental, Nicholas deja de reprimir recuerdos de su primera infancia, sobre una hermana que nunca volvió a ver. Enfrenta a su madre al respecto y ésta le revela la verdad: esa hermana era su verdadera madre, que abandonó el hogar y la dieron por muerta. Al intentar rastrear la pista de sus padres biológicos, se va metiendo cada vez más, y no sólo a él, en un mundo peligroso y difícil de comprender.
El relato de Collins es interesante, aunque le lleva un momento agarrar tracción. Visualmente se emparenta con aquellos de la etapa pre vertigo como Tell Me dark, Books of Magic o el Lucifer de Scott Hampton. Es de destacar el trabajo de coloreado a mano de Paul Lee, que logra hacer mucho en una historia de pocos momentos muy impactantes a pesar de su temática.
En resumen, Dhampire: Stillborn es el libro ideal para el adolescente gótico de la generación X como también para el arqueólogo de gemas perdidas.

The Exterminators
Simon Oliver & Tony Moore (2006)
Alguna vez David Lynch dijo, y tendré que parafrasear, que a él le gustaba meterse en esa postal que muestra el estilo de vida americano en los 50’s, en ese jardín con cerca y un árbol en el medio, pero que si uno hiciera zoom, se encontraría con que ese árbol del jardín tiene una herida, y de esa parte podrida le gusta empezar a contar la historia. The Exterminators comparte algo de esa perspectiva, actualizando la postal a nuestros tiempos.
A primera vista The Exterminators es una comedia con una premisa bastante abierta. Casi una excusa para llevarnos por diferentes temáticas y a veces, con suerte, meter el dedo en alguna llaga. El protagonista es Henry James, un ex convicto que hace lo mejor que puede en ésta segunda oportunidad, con un trabajo poco envidiable: exterminio de cualquier tipo de peste. Los trabajos y los personajes secundarios son los detonantes de las diferentes líneas argumentales o discusiones. Entre los compañeros tenemos a personajes como Stretch que es una suerte de cowboy budista o el dr. Saloth que ejercía como médico en los campos de concentración de Camboya y ahora se encarga de probar los nuevos venenos en los insectos.
A medida que van afrontando los distintos trabajos, variados en su magnitud y urgencia, Oliver se mete con la desigualdad social, las adicciones, el maltrato animal y parafilias sexuales varias. Todo ésto parece pesado, pero la clave está en el balance, en lograr contrastar esa “bajada” con el desarrollo de personajes y el humor ácido, en donde puede verse algo de Chuck Palahniuk. Ése es el “manto” que valida todo en su relato, desde lo más dramático a lo más absurdo.
Su cómplice, Tony Moore (The Walking Dead, Fear Agent) es, ante todo, un trabajador del lápiz. Tiene un estilo idóneo, ya que, con una orientación más cartoon que realista, sobresale en caracterización y gestualidad de personajes, y se defiende en los grandes momentos donde hay que dibujar mucho. Nada de planos o perspectivas complicadas. Ajustado a lo que sabe hacer, no necesita más.

Terminamos así el segundo repaso a éstos títulos interesantes (sobre todo The Exterminators) que han hecho el trabajo de mantener al sello y los autores activos, mientras los más “mainstream” la rompían. La próxima entrega iremos por las letras F, G y H, y para ir adelantando, hay un título de McKeever. Hasta la próxima.