“Marea Roja” de Federico Schujman
El mundo de las historietas constantemente nos provoca alegrías. Porque sale una serie nueva de ese autor que siempre seguimos, porque ese personaje del que tenemos la remera está teniendo una serie que la está rompiendo, porque leemos por primera vez a un autor que tiene el prestigio ganado y al fin entendemos la razón. O, como en este caso, cuando te encontrás con un autor nuevo, que en su primera obra ya demuestra un talento y originalidad que te sorprenden de forma tal que no crees que sea su primera novela gráfica en el medio. Esto último ocurre cuando lees Marea Roja de Federico Schujman.

Introducción
Luego de un prólogo donde nos muestra un personaje que está hospitalizado y es visitado por una figura misteriosa, la historia nos traslada un mes atrás en el tiempo. Donde el cuerpo de una mujer es repentinamente arrastrado por la red de un barco pesquero, en donde, sus tripulantes, ciegos por la constante exposición a las luces fuertes de los reflectores en la noche, no se percatan y desechan el cuerpo con todos los peces que han recolectado. Aunque López, nuestro protagonista, siente que algo vivo estaba dentro de ese lote de peces.
Luego descubrimos que esta chica, de nombre Vera (o eso cree recordar ella), que se encontraba desaparecida, y que al parecer está relacionada de alguna forma con una organización criminal… no está muerta. O al menos eso parece, ya que su cuerpo se levanta y empieza a andar.
De este modo arranca esta historieta de casi 200 páginas, publicada este año por la editorial Loco Rabia a todo color. Qué, repleta de cruces entre personajes, misticismo, crímenes, venganza, unos toques de realismo mágico y un uso muy estilizado y original del color y el dibujo, nos ofrece una experiencia más que satisfactoria al momento de leerla.

La obra
Lo más atractivo de esta historieta es el estilo y uso del dibujo y el color que realiza este creador originario de la ciudad de Mar del Plata. Realmente es sorprendente ver que esta sea la opera prima de Schujman que, según los datos que nos dan en el libro, tiene solo 34 años y formación en Artes Visuales y escultura.
En el dibujo nos presenta una separación entre fondo y figura, dando mucho énfasis a las expresiones faciales de los personajes. En donde López tiene ojos blancos con forma de pez, lo cual nos transmite el vacío existencial con el que convive constantemente, en donde lo único que hace es trabajar en ese barco pesquero que lo dejó ciego y vivir solitariamente en un departamento lamentable, en un barrio de mala muerte. Además de esto, al comenzar esta historia, podemos observar la culpa que lleva luego de haber presentido que dejó ir, con la pesca del día, a una persona viva. Aunque solo sintió su calor, ya que no puede ver.

Por otra parte, el autor, nos demuestra un gran manejo de la narrativa utilizando muchos cambios de plano y silencios, lo cual le aporta gran agilidad a la lectura y ayuda a la ambientación de la obra. Por ejemplo utilizando primeros planos en ocasiones para expresar los pensamientos de los personajes, o cuando usa planos detalle en ciertos objetos llenando de tensión y suspenso la escena o de contemplación y reflexividad, dependiendo del caso.
Asimismo, en muchas viñetas nos representa una oposición entre la imagen que vemos dibujada y el texto utilizado con el recurso de voz en off, el cual da mayor profundidad a lo que se está tratando.
También muestra con mucha maestría los cambios de sintonía en las escenas, utilizando diversas paletas de colores, donde en algunos casos se luce con momentos de psicodelia, como en las pesadillas que persiguen a Lopez. Mientras en otros nos brinda, en solo una página, el proceso que lleva de la pesca hasta el momento en que sirven la comida ya lista en un restaurante, demostrando gran capacidad para la elipsis y el avance de la trama.
Con respecto al guion podemos decir que nos encontramos frente a una historia bien concisa y cerrada, en donde, llevados a través de un ambiente un poco al estilo del realismo mágico, somos testigos del cruce de distintos personajes bien caracterizados que llenan de vida a la ciudad en donde ocurre la historia. Ciudad que parece ser una especie de Mar del Plata de otro tiempo o una Mar del Plata extraña que pudo haber sido y no fue.
Entre dichos personajes nos encontramos, aparte de los protagonistas, con unos apostadores que se la están jugando con un boxeador local que promete ser una estrella en el futuro, con un antiguo viejo lobo de mar que sirve de consejero de nuestro protagonista, con chicos que juegan en las calles de la ciudad tirada a menos, con mafiosos al mejor estilo de los años treinta y hasta con una especie de chamán del mar que puede ver el futuro y leer el poder que contienen los objetos.
Como tema central de la obra podría destacar esto último. El poder de los objetos. Los cuales transmiten o mantienen cierto poder que es muy bien representado a través de distintos planos detalle. Dichos objetos simbolizan una importancia significativa para las personas que están conectadas a estos, a través de sus vivencias personales.

Otro punto a tener en cuenta de este cómic es el formato en que está hecho. Con una portada que representa perfectamente el estilo de la obra que vamos a leer, y luego los once capítulos que la conforman, separados con portadillas y sus respectivos títulos. Detalle que a mi gusto hace a la experiencia mucho más interesante y completa.
Lo único que se podría criticar de la obra es que en ciertos momentos, para que la trama avance, necesita de una casualidad en la que, la protagonista escucha la información, que tanto ella como nosotros necesitamos para saber por donde continua la historia.
Para ir concluyendo, podemos decir que nos encontramos ante una gran historieta, y sobre todo, una gran primera obra. Es de esas sorpresas que siempre vienen bien cada tanto para recuperar el entusiasmo de seguir leyendo historietas. Por suerte nos encontramos con un autor que promete muchísimo y esperamos pronto leer lo próximo que tiene para brindar.
Silencio y secuencialidad para una escena contemplativa.

