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¡Basta, Monito!
¡Basta, Monito!, la última obra de Dolores Alcatena, nos adentra en la épica del Ramayana, siendo un monito el protagonista. Un monito llamado Upendra.

“¡Basta, Monito!” de Dolores Alcatena. La Épica del Ramayana desde el berrinche.

“¡Basta, Monito!” es el nuevo libro de Dolores Alcatena con su sello, Jano Comics. Este gran libro de casi 180 páginas, blanco y negro, además de poseer la impronta de la autora y mantener temas muy presentes como el existencialismo, el pesimismo o la identidad, festeja la inocencia, lo épico y la vida.

Sabemos que a Dolores, evidentemente, le gusta dibujar criaturas extrañas, animales antropomórficos y utilizar mitos o leyendas como base escénica para sus ficciones. Y en “¡Basta, monito!“, tenemos criaturas extrañas, tenemos animales antropomórficos, tenemos un ambiente salido de la épica hindú Ramayana… Sorprendentemente, y pese a los lugares comunes enumerados que poseen sus obras (que en mi caso particular, festejo y celebro), en esta ocasión, el protagonista de la historia será el testigo de un hecho que lo supera. Su crecimiento será junto a la trama, y no necesario para que la trama avance. El monito es tanto atípico como querible. Y es increíble las ganas que genera esta obra de remitirnos a las fuentes, a la épica verdadera… Pero ya habrá tiempo para ello. Vamos con un poco de contexto para el disfrute pleno del libro…

¡Basta, Monito! El viaje de Rama

“El Ramayana narra la épica del dios Rama, su mujer, Sita y la terrible guerra contra el Demonio Ravana. Esta epopeya de la literatura India está llena de maravilla, pero este libro se concentrará en la historia del ejército de los monos, quienes ayudarán a Rama. Más precisamente, en un pequeño monito que verá todo con ojos llenos de inocencia y juego. Como dato de color, los monitos de India son famosos por hacer “berrinches“. – Contratapa del libro “¡Basta, Monito!” – Dolores Alcatena, Jano Comics.

Y sin tanto preámbulo, el libro trata sobre esto mismo, el conflicto entre Rama y Ravana. Pero el protagonista, el testigo de los sucesos, es un pequeño mono llamado Upendra.

Upendra es un personaje de características perfectas para esta obra. Este libro puede leerse sin tener idea sobre dioses Hindúes, Rama, Sita, Rakshasa (demonios cambiaforma), ejército de monos o todo este impresionante e inmenso universo. Y la razón es que Todos podemos ser Upendra (en mayor o menor medida, más o menos molestos y llorones, pero podemos). Este es el primer gran gesto de amabilidad de la autora con el lector: no le está exigiendo nada para poder disfrutar de la lectura. Y sin embargo, Upendra se ocupa de hacer una introducción, como si de un niño pequeño con mala ortografía se tratase, para contextualizarnos (se citará con una corrección de dicha introducción, a modo de ilustración).

“Esta es la historia de Rama y Sita. Y de mi héroe Hanuman. Pero eso viene después. Rama era el príncipe de Ayodhya. Era bueno y valiente y sabio. Ahí vivía con sus hermanos y con su futura esposa, Sita. Pero un día el padre de Rama lo desterró, engañando por una de sus esposas. Lejos de enojarse, Rama compadeció a su padre y partió gustoso. Uno de sus hermanos, y Sita, decidieron acompañarlo. Ahí vivírían los tres en el bosque Dandaka. Y empieza la historia…”

Para terminar este pequeño prólogo, me permito citar wikipedia para definir al Ramayana:

El Ramayana o Rāmāyaṇa (en sánscrito: रामायणम्, romanizado: Rāmāyaṇam) es un texto épico de c. siglo III a. C. atribuido a Vālmīki. Forma parte de los textos sagrados smṛti (textos no revelados directamente por Dios, sino transmitidos por la tradición).
Es una de las obras más importantes de la India antigua. Pertenece al subgénero literario de la indostánicas, y está compuesto por 24 000 versos, divididos en 7 volúmenes.
Conocido ampliamente gracias a sus numerosas traducciones, el Ramayana ha ejercido importante influencia en la literatura india.
La existencia del Ramayana empieza a ser mencionada en la misma época que el Majábharata, aproximadamente en el siglo III a. C. El escritor bengalí Bhaktivinoda Thakur (1838-1914) afirmaba que fue escrito en el siglo V a. C.
Etimología: El término sánscrito Rāmāyaṇa, es la transliteración del sistema alfabeto internacional de transcripción del sánscrito) del término original रामायण ‘el viaje de Rāma‘ (en alfabeto devanagari, la pronunciación en alfabeto fonético internacional es [ɽaːmaː’jəɳə].2​ El nombre alude a Rāma, dios hindú (Rāma significa literalmente ‘placer’) y āyana ‘marcha’.

El dolor mudo de los hombres

Que Upendra sea un pequeño monito berrinchudo que no tiene noción de la magnitud de lo que ocurre, no significa que no pueda entender las cosas. O que no pueda sufrir. Usar a Upendra como testigo equivalente a la óptica de un niño humano para poder darnos un punto de vista disfrutable y, a la vez, poder sentirnos representados o mínimamente empáticos con lo que sucede, es una gran fortaleza para poder encarar una obra que ya podría complicarnos con los nombres y los conceptos desconocidos. Pero por suerte, no pasa.

“… Pero Upendra no entiende de esas cosas. Él solo entiende de la tristeza que lo rodea. Transita por primera vez la muerte… y Quiere hacer su parte para que sea más bella. Para que duela menos.”

Siendo la muerte un tema muy recurrente en la obra de Dolores, en mayor o menor medida, es imposible que en la historia de Rama contra el demonio Ravana, no haya muerte. Es imposible que el dios destructor Shiva o un ejército de monos honrando un pacto sagrado, no traigan muerte. Pero Upendra y su pureza le canta a todo el mal del mundo. La prueba del fuego (que purifica, y nunca mejor dicho), aquí se hace presente. Y la purificación es vida. Al final del día, esta historia es sobre la vida y dejar la muerte atrás, y no viceversa.

Dioses y Héroes reales, pero la misma tinta barroca

Si bien elogié la lectura amable de Dolores Alcatena para los lectores, que no necesitan saber sobre hinduismo, reencarnaciones, mitos o libros sobre épicas en tiempos remotos y tan antiguos como nuestra civilización… por otro lado me encanta la cantidad de referencias reales, el respeto a la historia original, las apariencias, posturas, escenas icónicas o conocimiento cuasi-básico (hablando del Ramayana mismo) que se dejan entre líneas para que el lector pueda adoptar o captar, sin recurrir a aclaraciones, diálogos explicativos sin sentido u otros recursos que entorpecerían la lectura fluida.

Esta bella historieta está dividida en 9 capítulos, sin nombres, pero cada uno ilustrado como si se tratase del lápiz de un infante (intuimos que el autor es Upendra). A continuación, cada ilustración que vemos en los episodios.

  • Capítulo 1: Djatayu (llorando con Hanuman).
  • Capítulo 2: Aditi vestida.
  • Capítulo 3: la ciudad de Kishkindha (ciudad de los monos)
  • Capítulo 4: Un buitre
  • Capítulo 5: Sita
  • Capítulo 6: Rama
  • Capítulo 7: 3 caras de Ravana
  • Capítulo 8: Nataraja (Shiva Nataraja o Señor de la Danza)
  • Capítulo 9: El bosque de Kishkindha

Muchos acontecimientos, escenas, apariencias y rituales son mencionadas en “¡Basta, Monito!” y no quería dejar de señalarlas. Tanto por ser un apasionado del hinduismo como del trabajo de la autora en realizar paralelismos u homenajes, tácitos o implícitos.

Sin embargo, la pluma de Dolores es fiel, fiel a su trazo y su barroco, pero se transforma en un juego muy balanceado de blancos con negros. Shiva dice que la “La transformación es la esencia de todo lo que vive”, así que podemos deducir que la tinta de Dolores vive. Con sus trazos gruesos, delicados y modulados, sus sombras entramadas, su lectura ligera libre de explicaciones, diálogos forzados o un narrador explicándonos qué hacer. Con una fluidez de viñeta a viñeta… Como todos sus libros, se leen de un tirón, porque lo tienen todo para no aflojar nunca con el ritmo.

Vamos por un simple y básico “¿Quién es quién?
Los personajes protagónicos o relevantes de “¡Basta, Monito!”

  1. Upendra, el mono protagonista de la historieta.
  2. El futuro rey de los monos, Sugriva.
  3. Hanuman, el héroe de los monos y consejero de Sugriva. Reencarnación de Shiva.
  4. Aditi, una monita que aparenta la misma edad que Upendra y con quien suele jugar.
  5. el demonio Ravana.
  6. Rama, el héroe del Ramayana. Reencarnación de Vishnu.
  7. Sita, la prometida de Rama.
  8. Djatayu, el príncipe buitre.

Hay otros personajes que aparecen, nombrados, haciendo apenas un cameo, o no (Bali, Shiva, Kali, Sampati, Djámbavat, Lakshman). Personajes que en el Ramayana son importantes y que aquí juegan un papel secundario o anecdótico, pero que me parece interesante revistar y conocer en profundidad, porque la obra barroca en blanco y negro, toma un par de tonalidades extra cuando se conoce el condimento.

Sin entrar en mucho detalle…

Bali: El rey de la ciudad de los monos, Kishkindha. Exilió a su hermano menor, Sugriva.
Sampati: El rey de los buitres. En el Ramayana, el momento en que la expedición está por morir y ser devorada por Sampati, tras enterarse que Djatayu (su hermano menor) perdió la vida para ayudar a Rama, este les indica el camino a Hanuman y el resto.
Djambavat: Siendo retratado como un cuentista de visión pobre, es el rey de los osos con quien se entretiene Upendra. En el Ramayana, nos cuentan que fue nacido de Brahma, y es quien ayuda a Hanuman a reconocer su propio potencial físico (logrando saltar desde la Tierra Continental hasta Lanka).
Lakshman: El hermano menor de Rama, quien se exilió siguiendo a su hermano mayor y a Sita. Fiel hasta el final, en el Ramayana, cuando Rama toma el trono luego del exilio y ofrece ser heredero de la corona a Lakshman, este lo rechaza, diciendo que no es digno. Rama al oír esto, le dice a su hermano que fue tan buen hermano menor que en la próxima vida, él se ocupará de serlo. Rama terminaría siendo una encarnación de Krishna, y Lakshman su hermano mayor, Balarama.

El último berrinche

Declarándome sin problema fan de la obra de Dolores Alcatena y tratando de que ello no nuble mi juicio, no puedo más que recomendar este libro. Dentro de todo lo que nos puede brindar, es algo distinto con muchos elementos en común. Es una lectura bella, con un arte delicado, en un mundo épico donde lo más pequeño es lo que brilla, mientras los gigantes titánicos son un fondo para adornar lo que queremos y solo logramos con un poco de berrinche. De allí el mantra que se repite durante la obra y en el título, que define mejor que Shiva, Hanuman o cualquier otra fuente de sabiduría: ¡Basta, Monito!

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¡Basta, Monito!
¡Basta, Monito!, la última obra de Dolores Alcatena, nos adentra en la épica del Ramayana, siendo un monito el protagonista. Un monito llamado Upendra.

“¡Basta, Monito!” de Dolores Alcatena. La Épica del Ramayana desde el berrinche.

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