Reseñamos "Breccia Negro" de Alberto Breccia, editado por Doeyo y Sector
Reseñamos "Breccia Negro" de Alberto Breccia, editado por Doeyo y Sector Editorial

“Breccia Negro. Edición Definitiva” de Alberto Breccia

En 1978, Ediciones Record publicó un libro que se convirtió en leyenda. Su título: Breccia Negro.

El libro contenía el capítulo del tranvía de Sherlock Time, el capítulo de la torre de Babel de Mort Cinder, cuatro capítulos de Un tal Daneri (por entonces inéditos) y varias historias cortas. Entre ellas, solo “Richard Long” había sido publicada en Argentina, mientras que “Miedo” y las adaptaciones literarias “El corazón delator”, “La pata de mono”, “La gallina degollada” y “Donde bajan y suben las mareas” solo habían sido publicadas en Italia o permanecían inéditas.

En el prólogo de ese libro, Guillermo Saccomanno explica que en él podrá apreciarse “la evolución de un creador auténtico como es Breccia, y el perfeccionamiento de su estilo amasado lenta y laboriosamente”.
Y en algún sentido es verdad aunque también se adivina la intención de funcionar como un catálogo de grandes éxitos. Historias cortas y autoconclusivas pero que muestren los momentos más descollantes de la producción de ese genio indiscutible de la historieta mundial. Por eso, más allá de los tres clásicos (del ’59, ’63 y ’66 respectivamente), todas las otras historietas tienen menos de tres años de antigüedad respecto de la fecha de publicación del recopilatorio. Es decir que son expresión de la madurez del autor.
Sobra decir que el libro (caro y de tirada corta) rápidamente se agotó y pasó a convertirse en un objeto de deseo fetichista para lectores y coleccionistas. Y no era para menos si tenemos en cuenta que, durante muchos años, había historietas que solo podían leerse ahí.
Hoy por hoy, sigue siendo un objeto de colección y su precio en el mercado de usados supera los u$s100.

“Miedo” publicado en la edición de 1978 y recuperado en la actual

Los años pasaron y, según dice Javier Doeyo en su prólogo de 2006, en cada Feria del Libro y cada convención, la gente se acercaba a preguntarle si tenía a la venta el Breccia Negro. Claro que una reedición del libro de 1978 en ese momento no era posible porque los derechos de muchas obras estaban en manos de otras editoriales y tampoco tenía sentido porque mucho de ese material contaba ya con reediciones recientes.
Con la pericia editorial (y el ojo comercial) que lo caracteriza, Doeyo decide hacer un libro nuevo que recupere el título y el espíritu del original pero con material que en ese momento no fuera fácilmente accesible al público argentino. Selecciona un corpus de obras, adquiere los derechos, le pide permiso a Enrique Breccia para usar la imagen de portada y nace así el Breccia Negro 2.0.
El material que contiene será el siguiente:
Un capítulo de Pancho López, uno de Vito Nervio, el episodio final de Buscavidas, el boceto a lápiz de un capítulo completo de su Drácula, la adaptación de “El Ceremonial” de H.P.Lovecraft, las tres entregas de Historias con Moraleja y las autoconclusivas “El aire”, “El fin” y “Desfile nocturno”.
La nueva versión supera a la original en su intención de mostrar la evolución gráfica del Viejo Breccia ya que se remonta más atrás, incluyendo a Pancho López y Vito Nervio pero también amplía el plano temporal hacia adelante, incluyendo páginas de Buscavidas, Drácula o Historias con moraleja que fueron producidas con posterioridad al libro de 1978. Se permite además, incluir páginas de un registro humorístico que resultaban desconocidas incluso para los seguidores incondicionales del artista.
No obstante, para lograr el objetivo anterior, renuncia a esa condición de recopilación de grandes éxitos que tenía el libro original. Estas probablemente no sean LAS mejores páginas del autor pero sí son un catálogo que abarca cincuenta años de trayectoria profesional, lleno de páginas casi imposibles de conseguir en otra publicación.

La edición definitiva (hasta que salga otra)

Increíbles los lápices de Breccia en “El dibujado”

Pero el tiempo contumaz se obstina en seguir avanzando y así llegamos a este 2025 y a la idea de hacer una nueva edición de Breccia Negro, lo cual propone disyuntivas similares a las que se produjeran en 2006.
En la Colección Enedé de Colihue están editados Sherlock Time y Mort Cinder completos, pero además, “Richard Long” se incluye como complemente en el libro de El Eternauta y “La gallina degollada”, “La pata de mono” y “Donde bajan y suben las mareas” acompañan la edición de Informe sobre ciegos.
Por su parte, en la primera entrega de la Colección Regreso, Hotel de las Ideas nos trajo (por fin) la edición completa de ¿Drácula, Dracul, Vlad? ¡Bah!
Aparte de todo esto, el propio Doeyo (en colaboración con Sector o no) también ha reeditado algunas de las páginas de los anteriores Breccia Negro en otros libros. “El corazón delator” está en El gato negro y otras historias de la Colección Maestros X Maestros, “Caleidoscopio” fue incluído en la reciente edición integral de Buscavidas, “Desfile nocturno” forma parte de Recordando al señor Breccia, mientras que Un tal Daneri ya tiene dos ediciones completas en diferentes formatos y lo mismo pasa con Los mitos de Cthulhu.
Todo ese material no se puede reeditar o no tiene sentido hacerlo porque los lectores interesados ya lo tienen en otras ediciones. Encontrar páginas raras o desconocidas de Alberto Breccia es cada vez más difícil y eso es una señal de que los editores argentinos vienen haciendo un gran trabajo reeditando la obra del autor.
Entonces… ¿Qué se van a encontrar dentro de esta “Edición Definitiva”?
Un nuevo prólogo de Fernando “el bicho” García, siempre inteligente y certero.
– Dos historias de Mariquita Terremoto, el personaje humorístico que El Viejo empezó a dibujar en 1941.
– Dos historias de Pancho López, otro personaje infantil creado en 1957 sobre guiones de Abel Santa Cruz. Un héroe mexicano “chiquito pero matón”, rápido con su revolver pero cuya principal arma es su inefable balero. Vale aclarar que no se repiten páginas respecto de las publicadas en la edición de 2006.

– Dos historias de Vito Nervio, el detective porteño creado por Mirco Repetto y Emilio Cortinas que fuera continuado y redefinido por Leonardo Wadel en los guiones y don Alberto en los dibujos. La serie se publicaba en Patoruzito y las dos entregas que se reeditan acá son del año 1954 y 1955 respectivamente. Se trata de historias simples y hasta inocentes, más en la línea del policial clásico que de la novela negra. Hasta tiene una viñeta en la que se pausa la acción para preguntarle al lector si se dio cuenta de cómo Vito Nervio había descubierto al culpable… aunque el indicio que permitía reconocer al culpable es que era el zurdo y el título del capítulo era “El caso de la mano izquierda”.
Aunque esto tiene una propuesta totalmente clásica a lo Milton Caniff y estamos muy lejos de reconocer el estilo de Breccia, ya hay un uso del claroscuro y un enfoque dramático que permiten intuir las que serán algunas de las virtudes del gran maestro.
Igual que con Pancho López, no se repiten páginas respecto de la edición del 2006.

“Medio kilo de muerte”, una historia unitaria basada en un relato del genio del suspenso Alfred Hitcoch y publicada originalmente en Patoruzito en agosto de 1962. Estamos ya ante una historia contemporánea a Mort Cinder y (aunque por las características de la publicación, no alcanza el nivel de arriesgada experimentación de su gran colaboración con Oesterheld) el trazo de Breccia ya resulta inconfundible. La trama también está muy bien, mezcla mafiosos, tráfico de heroína y atentados terroristas y logra momentos de gran tensión dramática hasta el inesperado giro final.
Un gran rescate y una gran decisión incluirla en este libro.
“Ernie Pike: La ejecución”. Uno de esos guiones llenos de empatía y profundamente conmovedores que Oesterheld escribía para este glorioso corresponsal de guerra. Desde que se abren las puertas de la cárcel para conducir al soldado Kurt Bäumer al paredón de fusilamiento, hasta que el pelotón dispare su descarga mortal, llegaremos a saber las causas de su condena pero también otras cosas, esas que le dan dimensión humana y en las que radica el verdadero drama de la guerra y de la muerte.
Si bien estamos acostumbrados a que Pike no protagonice las historias sino que las cuente en su rol de testigo, en estas páginas se exagera tanto su rol de secundario que ni aparece.
Aunque Hugo Pratt había establecido el canon gráfico para el personaje y eso se nota en estas páginas, la impronta de Breccia, una vez más desborda inconfundiblemente.
Fue publicado originalmente en Hora Cero (1959) y reeditado en el tomito apaisado El otro Ernie Pike Vol.1. Por estar esa edición agotada y por la calidad de la obra, se justifica plenamente su inclusión en este libro.
“Miedo” es la única historia incluida en este volumen que integrara el Breccia Negro de 1978. Otro guion de Oesterheld, en este caso dibujado dos veces. En 1959 para el número 100 de Hora Cero con el título de “Fantasmas” y en 1973, que es la versión que aquí se recoge.
A partir de acá ya tenemos al Breccia más plástico y experimental, ese que se anima a todo y (casi) siempre le sale bien. En este caso, se destaca el recurso de la repetición de imágenes al servicio del crescendo de la tensión dramática que todos conocemos por su adaptación de “El corazón delator”, pero combinado con su uso del collage y esas imágenes de lo indescriptible características de Los mitos de Cthulhu.
El guion, por su lado, no tiene gran cosa para aportar más allá de ser la excusa para este despliegue de lucimiento gráfico y narrativo… que no es poco.
“El aire” es un guion del por entonces novel Guillermo Saccomanno dibujado por Breccia en 1976. Una vez más, la anécdota es básica: el protagonista que sale después de cumplir su condena de la cárcel a buscar a la mina que lo traicionó pero a la que sigue amando. Podría ser un capítulo de “Gómez”, la serie negra que Saccomanno produjo unos años después para SuperHumor pero tiene dos grandes virtudes que vale destacar: la construcción del ambiente de ese Mataderos contaminado y arrabalero que lo convierte en un personaje más de la obra; y la experimentación plástica de Breccia en la que el collage cubista produce una recepción llena de antítesis: combina lo figurativo con lo abstracto, crea simultáneamente espacios bidimensionales y tridimensionales y sobre todo, aporta unos efectos de iluminación en los que compiten contrastes y degradados.
Como pasa cuando un artista toma tantos riesgos, algunas viñetas me parecen una locura y otras no me gustan para nada pero cada acierto de Breccia vino a ampliar los límites del medio y eso es impagable.

Todas las posibilidades del collage en manos de un genio


“El fin”. Otro guion, acaso, prescindible. En esta oportunidad de Carlos Sampayo. Bordea entre lo fantástico y el terror lovecrafteano para dar un brusco giro hacia la ciencia ficción en el último momento. Una vez más, el principal valor está en el arte del Viejo, esta vez luciéndose con otra de sus técnicas característica: las aguadas. Destaca que la exacervación del expresionismo lleva el dibujo hasta los límites del grotesco y aún a ciertos resultados entre lo figurativo y la abstracción.
Esta historia fue publicada originalmente en el catálogo de una exposición en Venecia y solo estaba impresa en Argentina en la edición del 2006 de Breccia Negro.
– Dos ilustraciones basadas en los relatos de Adolfo Bioy Casares “Mi tío Joaquín y la prensa especializada” y “Margarita o el poder de la farmacopea” publicadas en Feriado Nacional nº1 de septiembre de 1983.
“Antiperiplea” es otro de los puntos fuertes de este libro. Basado en el relato de Joao Guimaraes Rosa, fue adaptado por Juan Sasturain y publicado en la revista Crisis en 1986 junto con otras transposiciones literarias de la dupla. Sigue la declaración judicial de Prudenciano, el lazarillo enano, tonto y borracho del señor Tomé, dado que el ciego se cayó de un barranco y hay varios sospechosos. Pero la trama se complica cuando nos enteramos que el ciego tenía un atractivo irresistible para las mujeres y una de las funciones del lazarillo era decirle si eran lindas las que lo solicitaban de amores. Y desde ahí, el nivel de delirio y disparate solo aumenta.
Breccia lo resuelve en una técnica que remite al grabado pero no el grabado prolijo y minucioso de un Doré. Acá se quiere hacer notar el grafismo, el equivalente a la pincelada en la pintura que sería la herida que la gubia produce en el soporte. Fuera de esa cuestión puramente técnica, la deformación grotesca de los rostros y los cuerpos tiene como antecedente directo al Buscavidas y (para dar cuenta de este estilo del autor) es un sustituto superador del eliminado “Caleidoscopio”.
Había sido reeditado por Doedytores en Versiones (junto con las adaptaciones de Borges, Rulfo, Carpentier, Onetti y García Márquez) pero eso fue en 1993 y hoy ese tomo es inconseguible.
– Versión a lápiz de “El dibujado”. Este es un guion de Sasturain que Breccia solo llegó a dibujar a lápiz. En lo bocetos, el protagonista tiene cierto parecido físico con Perramus pero es un estudioso de la obra de Oesterheld. Después de dar una conferencia sobre él, comienza a encontrarse con personajes de los que HGO hizo junto a Breccia hasta que es conducido al chalet de Juan Salvo donde le proponen una aventura: recuperar la dentadura robada de Gardel. Es decir, el disparador del último Perramus.
En 2012, ese proyecto trunco fue editado y rotulado para ser publicado en Fierro. Este es el material de edición más reciente pero, si no tienen ese número de la revista, este es otro gran argumento para tener el libro. Porque ver los lápices de Breccia siempre hace bien al alma.

Bailando el tango con la muerte


– Por último, las tres entregas de “Historias con Moraleja”. Pequeños divertimentos que el maestro hacía sobre guiones propios ya a comienzos de la década del noventa. Gran síntesis de la última producción brecciana: el efecto de grabado, la mancha plástica blanca y negra, las repeticiones de cuadros para generar el efecto de temporalidad, el collage… En ese sentido, seguramente el aporte más interesante lo haga la tercera historia que nos muestra el pasaje del blanco y negro a las técnicas de collage con cartulinas de colores que usó en algunas de la adaptaciones de cuentos infantiles sobre guiones de Carlos Trillo.
Aunque, tal vez, lo más importante de esta historia sea la moraleja final: “Nunca te vuelvas a la derecha si no quieres desaparecer”.

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