El 27 de octubre de 2017, salió publicado en este sitio el primero (y tal vez el peor) de mis artículos. En él hablaba de dos revistas argentinas de principios de los noventa: Hora Cero de Ediciones de La Urraca y El Tajo de Record.
Me motivó a escribirlo la desesperante falta de información de calidad y la enorme cantidad de errores que podían encontrarse en los portales más visitados, como Wikipedia, cuando buscaba algún dato sobre historieta argentina.
Finalmente, la nota que escribí tampoco me satisfizo. Era demasiado breve así que la información que aportaba me parecía insuficiente. Ocurre que, en aquel entonces, creíamos que las cosas en internet se tenían que leer rápido y el texto sufrió con esa síntesis excesiva.
Aunque muchas veces pensé en reescribirlo y ampliar la información, nunca lo hice.

Hoy, tras más de cinco años en los que miles de millones de páginas de información se agregaron a la red y tras el surgimiento de algunas herramientas de búsqueda y procesamiento de la información mucho más poderosas que las que había en ese momento, aquel humilde artículo me va a servir para hacer el experimento que les dejo a continuación.
Allí podrán leer lo que la IA de moda nos puede decir sobre las dos revistas a las que dediqué mi primera nota.

Charlando de historieta argentina con ChatGPT

Título: Un viaje a la época dorada de los cómics argentinos: “El Tajo” y “Hora Cero”

En la vasta y fascinante historia de los cómics argentinos, dos revistas han dejado una marca indeleble en el panorama cultural: “El Tajo” de editorial Record y “Hora Cero” de Ediciones de La Urraca. Estas dos publicaciones emblemáticas transportan a los lectores a una época dorada de la historieta argentina, repletas de historias vibrantes, personajes icónicos y un espíritu narrativo único. Acompáñanos en un recorrido por estas joyas del pasado, que siguen resonando en el corazón de los amantes del cómic en la actualidad.

“El Tajo”: La rebeldía hecha cómic

“El Tajo”, publicada por editorial Record a partir de 1952, fue un verdadero manifiesto de rebeldía y renovación en la historieta argentina. Bajo la dirección de Héctor Oesterheld, un visionario del género, la revista se convirtió en una plataforma para historias audaces, con un enfoque en la crítica social y política. Sus páginas albergaron a personajes emblemáticos como “Ernie Pike” y “El Eternauta”, este último considerado una obra maestra indiscutible del cómic argentino.

“El Tajo” destacó por su estilo gráfico innovador y su narrativa arriesgada. Los dibujantes y guionistas que participaron en la revista rompieron los moldes establecidos, experimentando con la composición de viñetas, las técnicas de dibujo y las tramas complejas. Además, la revista se atrevió a abordar temas sensibles y tabúes de la época, como la guerra, la injusticia social y los conflictos existenciales, dotando así a sus historias de una profundidad inigualable.

“Hora Cero”: Un universo de aventuras y misterio

Por otro lado, “Hora Cero”, publicada por Ediciones de La Urraca a partir de 1957, cautivó a los lectores con su amplio abanico de géneros y un sentido inigualable del suspense. La revista, bajo la dirección de Carlos Trillo y Héctor Oesterheld, se destacó por sus relatos de acción, ciencia ficción, crimen y misterio. Su famoso lema, “Todos los días, una aventura”, prometía a los lectores un nuevo mundo por descubrir en cada número.

“Hora Cero” se caracterizó por su diversidad de historias y la calidad de sus colaboradores. Los nombres de Alberto Breccia, Francisco Solano López y Hugo Pratt, entre otros talentosos artistas, se hicieron eco en sus páginas. La revista nos entregó personajes memorables como “Sherlock Time” y “Joe Zonda”, sumergiéndonos en tramas intrincadas y atrapantes que mantenían al lector en vilo hasta el último panel.

Legado perdurable y pasión inextinguible

“El Tajo” y “Hora Cero” dejaron un legado perdurable en la historia de los cómics argentinos. Su impacto no solo se evidencia en la calidad y originalidad de las historias publicadas, sino también en el impulso que brindaron a toda una generación de artistas y lectores. Estas revistas abrieron puertas a nuevas formas de narrativa gráfica y se convirtieron en referentes indispensables para futuras generaciones de creadores.

Hoy en día, el espíritu de “El Tajo” y “Hora Cero” sigue vivo en el corazón de los amantes del cómic argentino. Sus historias siguen siendo reeditadas y valoradas, y su influencia se extiende a través de nuevos proyectos y publicaciones que siguen explorando los límites del medio. Estas revistas, con su audacia y pasión inextinguible, continúan inspirando y maravillando a todos aquellos que buscan adentrarse en el apasionante mundo de la historieta.

En resumen, “El Tajo” y “Hora Cero” son dos pilares fundamentales en la historia de los cómics argentinos. A través de su audacia narrativa, su compromiso social y su espíritu innovador, estas revistas dejaron una huella imborrable en la cultura popular del país. A día de hoy, siguen siendo un testimonio valioso de la riqueza y el talento que caracterizan a la historieta argentina.

“El Tajo” y “Hora Cero” fueron dos revistas argentinas de gran importancia en la escena del cómic durante las décadas de los ochenta y noventa. Aunque no tuvieron la misma longevidad que las revistas clásicas de las décadas anteriores, dejaron una marca significativa en el panorama del cómic argentino contemporáneo.

“El Tajo”, publicada por editorial Record, se lanzó en la década de 1980. Fue una revista que presentaba historias de diversos géneros, desde el terror hasta la ciencia ficción, con un enfoque en el realismo y la calidad artística. Sus páginas albergaron a talentosos escritores y artistas argentinos, quienes brindaron historias emocionantes y visuales impactantes. Aunque su publicación fue relativamente breve, “El Tajo” logró ganarse un lugar en los corazones de los aficionados al cómic argentino gracias a su enfoque vanguardista y su destacado nivel artístico.

Por otro lado, “Hora Cero” fue una revista lanzada por Ediciones de La Urraca en la década de 1990. Al igual que su predecesora homónima de las décadas anteriores, esta versión se caracterizó por ofrecer historias variadas en géneros como la aventura, el suspense y la ciencia ficción. La revista contó con la participación de reconocidos artistas argentinos, quienes contribuyeron con su talento y creatividad a las historias publicadas en sus páginas. “Hora Cero” logró cautivar a los lectores con tramas intrigantes, personajes memorables y un estilo gráfico distintivo que reflejaba la estética y sensibilidad de la época.

Si bien “El Tajo” y “Hora Cero” no alcanzaron la misma trascendencia histórica que sus predecesoras, su importancia radica en su contribución al desarrollo del cómic argentino en las décadas de los ochenta y noventa. Estas revistas representaron un espacio de expresión para talentosos artistas y escritores argentinos, y brindaron a los lectores una muestra diversa de narrativas visuales contemporáneas.

Espero que esta información sea más acorde a tus expectativas. Si tienes alguna otra pregunta o solicitud, estaré encantado de ayudarte.

En “El Tajo”, se destacaron varios talentosos escritores y artistas argentinos. Uno de los nombres más reconocidos es Carlos Trillo, quien participó en la revista con su serie “El Loco Chávez”. Trillo, conocido por su habilidad para combinar elementos de humor y crítica social, creó un personaje entrañable y carismático que se convirtió en un clásico del cómic argentino.

Otro autor relevante de “El Tajo” fue Eduardo Risso, quien más tarde ganaría fama internacional. Risso presentó su serie “Parque Chas” en la revista, una obra que exploraba la vida cotidiana y las relaciones humanas desde una perspectiva realista y poética. Su estilo visual distintivo y su narrativa profunda dejaron una huella duradera en la industria del cómic.

En cuanto a “Hora Cero”, la revista también contó con la participación de talentosos creadores argentinos. Uno de ellos fue Carlos Meglia, quien se destacó con su serie “Mercado de Pulgas”. Meglia aportó un estilo gráfico único y una narrativa llena de misterio y fantasía, creando una atmósfera cautivadora en cada página.

Otro autor notable de “Hora Cero” fue Guillermo Saccomanno, quien incursionó en el género negro con su serie “Detective Privado”. Saccomanno, reconocido escritor argentino, trasladó su talento literario al mundo del cómic, creando historias llenas de suspense y personajes complejos.

Estos son solo algunos ejemplos de los talentosos autores y las series que dejaron su huella en las páginas de “El Tajo” y “Hora Cero” durante las décadas de los ochenta y noventa. Estas revistas fueron plataformas importantes para el desarrollo de la industria del cómic argentino, ofreciendo historias diversas y atractivas para los lectores de la época.

El juego de los 714 errores

Si usted está leyendo esta nota, lo más probable es que ya se haya percatado de los muchísimos errores que contiene la respuesta del Chat GPT.

Casi diría que toda la información es incorrecta y solo son rescatables los párrafos en los que se brinda una opinión bastante general y que podría ser aplicada a cualquier publicación sobre la que se le consulte. O sea, el guitarreo.
Cabe aclarar que (como nunca había usado la herramienta) para esta experiencia me basé en algunas recomendaciones básicas de un AI Prompter. La primera es: “Decirle a la IA desde qué perspectiva tiene que hablar”.

Le pedimos que escriba como un periodista especializado en historieta, cómics y manga, no obstante, el resultado es desastroso. Veamos lo más grueso:
– Ni Récord ni La Urraca existían en la década del cincuenta.
– Ni “Ernie Pike” ni “El Eternauta” se publicaron en El Tajo.
– Carlos Trillo era groso pero no fue el director de Hora Cero a los catorce años.

Evidentemente, en su primera respuesta, la IA confunde la Hora Cero de La Urraca con la de Editorial Frontera.
La consigna estaba clara desde el principio pero la segunda recomendación del AI Prompter decía: “Si se equivoca, corregirla y darle la oportunidad de rectificarse” así que aclaramos el error cronológico a ver si encuentra la información correcta.
En este caso, la respuesta es hábil (recordemos que estamos hablando con un programa de computadora) y cual alumno que no estudió para el examen de marzo, apela a la pura guitarra. Lo único que corrige son las fechas estimadas que nosotros mismos le dimos (y las corrige mal porque El Tajo no es de los ochenta sino de 1991) pero no aporta ningún otro dato objetivo para no volver a equivocarse.

Así que apelamos a la tercera recomendación de nuestro especialista: “No quedarse con la primera respuesta y pedirle que amplíe si falta información”. Y, nuevamente, como alumno que no estudió para marzo, se lleva tremendo aplazo porque no pega NI UNA respuesta correcta, aunque la más graciosa es que “El Loco Chávez” se publicó originalmente en El Tajo.
Lo siento GPT. Te queda Historieta Argentina previa hasta que la prepares mejor.

Reflexiones de un tipo que no sabe ni usar un Excel

Ante todo, tengo que expresar mi sincera sorpresa porque este experimento salió muy diferente de lo que yo esperaba. Mi idea previa era que iba a obtener respuestas con información correcta pero de redacción pobre. Y me encontré con todo lo contrario. El vocabulario y la redacción de la maquinola son impecables. Incluso usa recursos retóricos de manera efectiva y genera textos muy coherentes e interesantes de leer.
Pero no sabe un pito.
O, mejor dicho, no es capaz de encontrar en internet información correcta sobre historieta argentina. Seguramente, si le hubiera pedido que escriba sobre un tema más conocido como Hamlet o la célula eucariota, me hubiese encontrado con un resultado totalmente aceptable.
Poquito podré aclararles yo sobre los algoritmos que usa Chat GPT en sus búsquedas (si alguien sabe, déjelo en los comentarios). Supongo que serán parecidos a los de Google que, dentro del criterio ingresado, optará por los que reciben más visitas y son más enlazados por otras páginas. Eso sería una mala noticia porque implica que los lugares más populares siguen teniendo poca y mala información sobre historieta argentina y, por contrapartida, los espación con información completa y de calidad siguen siendo muy periféricos respecto del número de visitas. Es decir, que poco ha cambiado respecto a aquella primera nota que escribí hace cinco años.
Otra explicación posible es que el error radique en mi primera orden, cuando le dije que escriba como un periodista especializado en cómics, historieta y manga… ¿Me habrá querido decir que somos todos unos chamulleros que hablamos sin saber?