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Ciencia y Comics
Ciencia e historieta se juntan para nombrar animales.

Ciencia y Cómics: Cuando los personajes se transforman en nombres de animales reales

El mundo de la ciencia y el mundo de la cultura pop se cruzan y se entrelazan en infinidad de ocasiones. Muchos científicos son fanáticos de las series, películas o historietas más populares, y éstas a veces toman contenidos científicos para plasmar en sus historias. La ciencia ficción, ese género que nace desde la imaginación plantada por los avances científicos, es la mayor prueba del solapamiento de ambos mundos. Pero a veces, la inspiración también ocurre en sentido contrario. Sin ir más lejos, la NASA (la Agencia Espacial de Estados Unidos) eligió para uno de sus últimos anuncios la figura de William Shatner, actor protagónico de la clásica serie de culto Star Trek (queda de más recordar que la serie tenía una temática de exploración espacial, acorde a los objetivos de la Agencia).

Una buena prueba de esta retroalimentación se puede observar cuando son las historietas las que funcionan como punto de partida inspiracional a la hora de dar nombre a nuevas especies de seres vivos. Pero primero, una breve introducción.

NOMENCLATURA ZOOLÓGICA

A la hora de dar nombre a las nuevas especies de seres vivos que día a día son descubiertas por la ciencia (sí, todavía se siguen encontrando nuevas especies), los científicos (que en este caso pertenecen a un tipo particular, y se los llama taxónomos) deben indicar dos palabras. Éstas conforman lo que se denomina nombre científico de la nueva especie. Cada uno de esos nombres está compuesto de dos partes: un epíteto genérico (que se escribe con mayúsculas) y un epíteto específico (que se escribe a continuación, separado por un espacio y en minúsculas). Ambos deben indicarse en los textos de alguna manera resaltada, y por consenso se usan las itálicas.

Para explicarlo usemos ejemplos. La especie humana (a la que pertenecemos nosotros) es denominada Homo sapiens (atentos, la primer parte en mayúsculas y la segunda no). Homo sería el género (que puede tener más de una especie) y sapiens se usa para denominar a la especie. Hoy día están extintas, pero en el pasado existieron otras especies del género Homo, como por ejemplo, Homo neanderthalensis (el conocido Hombre de Neanderthal) o el Homo habilis (muy posiblemente un antepasado directo de la especie viviente). Veamos el caso del león. Todos los leones actuales pertenecen a la especie Panthera leo, donde Panthera es el género y leo el epíteto específico. Actualmente viven otras especies del mismo género, como Panthera tigris (el tigre), Panthera pardus (el leopardo), Panthera onca (el yaguareté o jaguar), etc. Aunque parezcan distintas externamente, todas estas especies pertenecen al mismo género. Los límites entre los distintos géneros y especies son muy variables, y dependen de los criterios que se usen para delimitarlas o de las características de los distintos grupos. No es lo mismo dos especies del mismo género entre los grandes felinos que entre escarabajos o caracoles. La variabilidad de la vida es inmensa y eso es lo que estudian los taxónomos. 

Cuando Stan Lee indicó que la especie mutante se denominaba Homo superior estaba haciendo un uso correcto de la nomenclatura zoológica para decir que los mutantes eran una especie distinta del género Homo (como discutimos hace un tiempo en “La genética de los mutantes“). En cambio, cuando en las historias de Hellboy se denomina a Abe Sapien como un miembro de la especie Ichthyo sapien, está hablando de un género distinto y no de otra especie humana (quizás por desconocimiento de las reglas nomenclaturales o a propósito, desconozco las intenciones de Mike Mignola).

Esta práctica de dar nombres surge desde la Antigua Grecia, con el fin de armar un sistema de clasificación para poder ordenar el estudio de los seres vivos. Con el tiempo se fueron proponiendo y utilizando diferentes sistemas, hasta que cerca de la segunda mitad del Siglo XVIII, Carl von Linné (conocido también como Linneo Linnaeus) elaboró un inmenso tratado de varios tomos donde ordenó todo lo que se sabía hasta ese momento, llamado Systema Naturae. Él fue quien ideó este sistema de clasificación (denominado binomial, por la utilización de los dos epítetos) y es el que se sigue utilizando hasta el día de hoy. La actividad de dar nombres se llama “nomenclar” y está regida por un código internacional, delineado hacia 1930, en el cual se resumen las normas y reglas para elaborar estos nombres.

¿Y que pasa con los cómics? Bueno, ahora nos vamos a meter a ver como muchos personajes de historieta han inspirado de diferentes maneras a lo largo de la historia a quienes tienen que poner esos nombres.

NOMBRES DE HISTORIETA

A pesar de ser tan grande el solapamiento entre el mundo de la ciencia y el de la cultura pop, las inspiraciones historietísticas no son tan abudantes. Si ampliamos el tema hacia el resto de los medios, como la literatura y el cine, encontramos muchísimos más ejemplos (podemos encontrar referencias a GodzillaGhostbusterStar TrekStar WarsGhibliTarantinoDisneyNickelodeon, etc., pero los que se llevan el premio a la mayor cantidad de referencias son los escritores J.R.R. Tolkien y H.P. Lovecraft). A continuación voy a listar todos los nombres que se conocen basados en obras del noveno arte, agrupados en categorías específicas.

DC COMICS

La editorial más antigua en materia de superhéroes está representada, como era de esperar, por sus dos más grandes íconos. El caballero de la noche y el hombre del mañana no podían faltar, siendo quizás los personajes comiqueros más reconocidos del mundo. Ambos han sido referenciados y homenajeados en animales muy distintos. Batman por ejemplo ha sido utilizado como nombre para un género de peces australianos, pero lamentablemente no es un homenaje al encapotado sino que refiere a un ictiólogo (un especialista en peces) que tenía como profesión alternativa la de ser un “batman” (nombre que refiere a los que trabajan haciendo señales con banderas para los aviones en las pistas). Otocinclus batmani es un pequeño pez del grupo de los “limpiavidrios” que posee una marca en su aleta caudal que asemeja el conocido símbolo del encapotado. Con una justificación similar también podemos mencionar al opilión (un grupo de animales parientes de las arañas) denominado Flirtea batman, con un dibujo parecido en su dorso; y a Euragallia batmani, una cigarra con otro dibujo similar. Viendo estas referencias, hay mucha imaginación entre los científicos que piensan en el alter ego de Bruce Wayne.

Otocinclus batmani, con el conocidísimo logo del encapotado en su cola.

El caso de Superman es un poco más rebuscado. Un género de almejas fósiles que vivió justo después de la extinción de los dinosaurios en la Patagonia argentina y en Francia recibe el nombre de Kalelia. Como podemos presumir, esto es una referencia a Kal-El, el nombre kryptoniano del personaje. Pero el vínculo viene porque Kalelia es el miembro más grande y el primero de su linaje. El más grande y el primero: automaticamente podemos pensar en Superman, el primer superhéroe (y para muchos, el mayor de todos).

Kal-El, el primer superhéroe en su género, emparejado con Kalelia, la primera almeja de su tipo.

MARVEL

En comparación a su Distinguida Competencia, Marvel sale perdiendo en el apartado nombres científicos, con un único representante (y muy reciente). Hace sólo un año, un grupo de paleontólogos brasileros le dio el nombre de Thanos simonattoi a un dinosaurio carnívoro, pariente de nuestro Carnotaurus. Cuando explican el nombre indican que se lo dedican a “Thanos el Conquistador, creado por Jim Starlin“. Lindo detalle mencionar también al artista que dio vida al personaje.

Hace muy poquito, un pez africano (más específicamente de la costa de Tanzania) fue nombrado Cirrhilabrus wakanda, mencionando que el nombre se refiere a la nación ficticia donde reina T’Challa. Nos dicen que, al igual que el reino de Black Panther, este pez fue por mucho tiempo desconocido para el mundo. También proponen un nombre común para el animalito: Vibranium Fairy Wrasse (Labro Hada Vibranio) porque, según ellos, el color púrpura del pececito les recuerda al brillo de la sustancia contenida en el traje de T’Challa.

Thanos, reconstrucción de PaleoJoe de éste dinosaurio cretácico y Thanos, arte de Jim Starlin de éste déspota intergaláctico.

OTRAS EDITORIALES NORTEAMERICANAS

Si salimos de las big two estadounidenses podemos encontrar un número mayor de referencias. Para empezar, la mosca Campsicnemus popeye lleva el nombre del marinero más famoso de las tiras diarias sindicadas. Y el nombre no es casualidad. El descriptor original lo eligió porque las patas de estas moscas presentan una expansión en sus patas medias que recuerda a los sobredimensionados antebrazos del eterno pretendiente de Olive Oyl.

Por otro lado tenemos al cangrejo Lepidopa luciae, nombrado en referencia a Lucy van Pelt, personaje protagónico de las tiras de Peanuts. La historia cuenta que el científico Christopher Boyko quería referenciar al creador de Peanuts, Charles Schulz, pero la esposa del autor (Jean Schulz) sugirió a Lucy debido a la actitud “crabby” de este personaje (que en inglés quiere decir hosca, huraña, descortés, y a la vez, “crab” significa cangrejo). Muy oportuna la viuda de Charles. La publicación de esta especie está oportunamente acompañada por una tira de Peanuts muy a tono.

Sin salir de la popular Peanuts, en 2004 un isópodo (un crustáceo marino, pariente de los “bicho bolita” terrestres) fue nombrado Mexicope sushara. La segunda parte viene de dos palabras en latín, Sus (cerdo, “pig” en inglés) y Hara (corral de cerdos, pocilga, “pen” en inglés) y alude a Pigpen, un personaje de la tira de Charles Schultz que recolectaba suciedad. Los especímenes de este isópodo también colectan residuos.

Si nos vamos al indie norteamericano, las tortugas más populares de todos los tiempos fueron homenajeadas por Gaffney en 1992 (en el ápice de su fama mundial). Este paleontólogo nombró a una tortuga fósil como Ninjemys (-emys significa tortuga y ninja… bueno, significa ninja). El autor lo justifica solamente de la siguiente manera: “Es una alusión a un cuarteto totalmente radical y temible que representan el éxito con caparazones”. Creo que no hace falta agregar a que creación de Peter Laird y Kevin Eastman intenta evocar.

Ninjemys, una tortuga ninja muy antigua; Leo, Mike, Raphael y Donatello, cuatro tortugas ninja más recientes.

CÓMIC EUROPEO

Para la sorpresa de muchos, el mercado europeo de historieta tiene una gran presencia entre los nombres de especies. Empezando por Francia, donde los personajes más importantes de toda la Galia se encuentran incluidos entre una serie de especies de insectos (gorgojos, más específicamente): Trigonopterus asterixT. obelix y hasta T. ideafix, todos nombrados por Riedel en 2019. En la cara de todos los romanos. 

Si cruzamos la frontera hacia Bélgica nos encontramos con el estandarte de la línea clara, Tintín, apareciendo entre los nombres de unas avispas parásitas. Pero no debido a personajes protagónicos sino en referencia a los detectives gemelos Dupond Dupont -Jansen y Janssen en su versión en alemán-. Estas dos avispas, como le sucedía a los detectives, siempre fueron confundidas entre sí, por lo que Yoder, en 2014, las nombró Scelio dupondi S. janseni.

Sin ir muy lejos, otro estandarte belga, ha sido homenajeado por algunos animales. Se trata de Les Schtroumpfs, la creación de Peyo, que fuera conocida en los países angloparlantes como “The Smurfs” y por nuestras tierras como “Los Pitufos“. Justamente, estas variaciones fueron usadas para nombrar a un escarabajo y a un caracol. Por un lado tenemos a Agra smurf, nombrado por Erwin en el 2000, debido a que la cabeza de este escarabajo recuerda a los típicos sombreros de los pitufos. Por otro lado, Carditella pitufina es un caracol fósil descripto en 2019, el cual vivió hace mas de 3 millones de años en la Patagonia y tenía un muy pequeño tamaño, de ahí su referencia a éstos personajes.

Por último tenemos a Hypocaccus kidpaddlei, otro escarabajo, cuyo nombre se debe al Kid Paddle, un cómic francobelga de la conocida revista Spirou y creado por Midam, debido a que este escarajo parece un “blork”, un mostruo que aparece en dicha historieta.

La pequeña almeja Carditella pitufina, acompañada de las pequeñas criaturas de Peyo.

MANGA

Hay una única alusión a un personaje japonés, y es muy pero muy oscura. Se trata de la almeja Hippocampocardia. Este género sólo puede ser encontrado en la zona del Pacífico Norte, en las costas de Alaska, Estados Unidos y Rusia y el nombre se debe al Hipocampo, una bestia de la mitología griega con cuerpo mitad caballo y mitad pez que representa la armadura de Baian, uno de los generales marinos de Poseidón a los que se enfrentan los Santos de Athena en Saint Seiya. Baian era el protector del Pacífico Norte entre los defensores de Poseidón. Bastante rebuscado.

CÓMIC ARGENTINO

No existen especies que recuerden a personajes de la historieta argentina. En cambio, hay un caracol fósil de la Patagonia que homenajea al autor más importante de nuestras tierras, Héctor Germán Oesterheld. El nombre de este molusco es Oesterheldia y en su descripción indica que intenta honrar al geólogo e historietista argentino autor de El Eternauta (entre otras obras) que fuera desaparecido durante la última dictadura cívico-militar y cuyos restos aún permanecen sin encontrar.

Y hasta llega esta paseo por los nombres más rebuscados e inspirados entre los paleontólogos y zoólogos, intentando mezclar ciencia y amor por la historieta, ya sea con caracoles, escarabajos, avispas, peces o dinosaurios. 

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