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“Mandy Riley” de Ray Collins y Ernesto García Seijas

Creado por Ray Collins (Eugenio Zappietro) y Ernesto García Seijas para la revista Skorpio, de Editorial Record, entre los años 1978 hasta 1986; con un regreso en 1988 dibujado por Carlos Pedrazzini. La editorial Deux Books ha reeditado la historieta original en tres tomos, y aparentemente también reeditará la continuación con Pedrazzini.

El primer Mandy

Mandy Rilley es, antes que nada, una historieta de aventuras, una del oeste. ¡Pero no “una más del oeste”! Su protagonista es un niño, casi adolescente, con todo lo que ello implica: la caída del ídolo de la figura paterna (y en el caso de Riley, más traumática por ser huérfano de madre), el choque y desencanto con el mundo adulto, sus primeras emociones y encuentros con el sexo opuesto, la toma de postura en la vida…, en definitiva, la pérdida de la inocencia y el comienzo de la adultez.

Pero como decía, todo esto está metido magistralmente en una historieta de aventuras, en capítulos de 12 páginas. El western, junto con el policial negro, fueron la especialidad de Collins, con obras como Garret, El Cobra (también republicada por Deux), Bannister, Jackaroe (luego de Robin Wood).

Ya en la primera historia del tomo 1, casi se me pianta un lagrimón, al enfrentar un oscuro jinete que vuelve del pasado a cobrarle cuentas a su padre, por el amor de la mujer que fue su madre y que Mandy no llegó a conocer. Collins, al igual que Wood, al igual que Oesterheld, sabe dónde y cuándo pegar, al mostrarnos el lado humano del supuesto “villano” que de golpe se siente miserable y estúpido, al verse confrontado por aquel niño que podría haber sido su hijo.

Viñeta del capítulo “El Torrente”.

A Mandy Riley no le faltará tampoco una dosis de humor, y bastante romance, si bien por una cosa o por otra, este nunca llegará a concretarse. Uno de los mejores capítulos, ya en el tomo 2, es El Torrente. Durante una tormenta, dibujada como sólo García Seijas podía hacerlo, Mandy cae a un río y es rescatado por una hermosa india que también está dibujada como sólo García Seijas podía hacerlo, con quien deberá compartir el refugio hasta que la tormenta pase. El episodio es de una belleza, una tensión erótica, y una resolución maravillosa.

El capítulo llamado Magia también conmoverá a más de uno, donde mediante un hechizo indio, Mandy logrará conocer a su madre. Matar la Ilusión, El Poder y la Gloria, también maravillosas historias que mezclan la aventura y el drama, los desengaños, la vileza de políticos ambiciosos… El capítulo que abre el tomo 3, El Arreo, donde Mandy tiene que ayudar a una mujer a dar a luz, mientras mantiene a raya unos peligrosos ladrones también es para destacar. El Candidato también vuelve a tocar el tema del poder y la ambición, Madame Flo es un cachetazo al significado de la palabra “moral”…

Las hermosas mujeres de García Seijas

García Seijas seguramente tuvo su pico de popularidad con El Negro Blanco (con guión de Carlos Trillo, para el diario Clarín), pero creo que en esta serie estaba tal vez en su mejor momento. ¡La manera de plasmar la naturaleza, con sus distintas texturas y climas, esos caballos, las hermosas mujeres, la gestualidad de los personajes, los claro-oscuros…!  ¡y con esa naturalidad que solo los grandes maestros logran, que parece realizado sin esfuerzo alguno!

El regreso de Riley

Cuando la editorial Eura (actual Aurea) quiso continuar la serie, García Seijas se encontraba ya realizando El Negro Blanco, una tira diaria, por lo que el trabajo recayó en manos de Carlos Pedrazzini. ¡Durísima tarea!

No voy a juzgar el trabajo de otro profesional, menos de una figura ampliamente reconocida, con una trayectoria que no estoy cerca siquiera de alcanzar, y que encima ya no está entre nosotros. Pero esos eran unos zapatos muy difíciles de llenar para cualquier dibujante. Tampoco conocemos las condiciones de trabajo (tiempos, pagos, etc.), que muchas veces juegan en contra.

El Mandy Riley de Pedrazzini.

Tampoco los guiones de esta nueva versión, creo, están a la altura de la obra original. Hay muchas contradicciones, tramas que arrancan y no llegan a ningún lado… Fueron solamente seis capítulos. En Argentina fue publicada en 2016, en el tomo 2 de Los Archivos de Ray Collins, editorial Misterix (no confundir con la revista del mismo nombre).

La nueva serie tiene, igualmente, cosas interesantes. En la fórmula anterior, el adulto Mandy Riley nos hablaba en voz en off de sus recuerdos en Paradise Valley. Aquí, en cambio, podemos verlo, devenido no sólo en médico cirujano, también en senador.

Tiene un hijo enfermo, que ignora que él no es su verdadero padre. Su madre ha muerto por la misma enfermedad, pero Mandy apuesta, en contra del deseo de su acomodada familia política, que el aire de Paradise Valley lo ayudará a salir adelante. Como siempre, los recuerdos de su infancia estarán más que presentes, el relato irá saltando de la actualidad del personaje en 1920, a los años de juventud de 1890.

Lo mejor, para mí, es la pequeña novela que incluye este libro (que no sé si estará incluida en la próxima edición de Deux Books) “Paraíso Perdido“, donde Collins nos muestra justamente, el cómo y el porqué de este cambio de vida, de un chiquillo alegre del oeste, a este parco y melancólico médico y senador.

Danilo Guida

Dibujante de historietas, con pretenciones de escritor.

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