¿Es un concepto? ¿Es un personaje? ¿Qué es Mister X?
Tomando su arquitectura como excusa, repasamos las diferentes encarnaciones del título, sus estilos, influencias y legado.
Si uno hiciera una lista de los autores que colaboraron para Mister X, la mayoría se preguntaría cómo puede ser que no haya leído esta obra. Además de Dean Motter, que es creador y diseñador junto a Paul Revoche, Mister X cuenta con los créditos de (y vamos con todos solo para abrumar) los hermanos Hernandez, Seth, D’Israeli, Shane Oakly, Dave McKean, Bill Sienkiewicz, Ty Templeton, Neil Gaiman, Brett Ewins, Peter Milligan, Jeffrey Morgan, Deborah Marks y Gene Gonzalez. Sí, todos estos nombres fueron parte de la historia del personaje en algún momento. Y si ya te despertó un poco el interés, seguí leyendo que, además de comentar cada etapa y armar un orden de lectura, hablaremos de sus raíces, influencias y legado.
BIENVENIDOS A RADIANT CITY
Una figura misteriosa emerge de las alcantarillas. No duerme hace días, o semanas. Ya perdió la cuenta. Lo que sí sabe, es que la ciudad que diseñó como una utopía, gracias a su idea de la psicoarquitectura, está provocando lo contrario en sus ciudadanos. La ciudad se ganó el apodo de Somnopolis, por causar sonambulismo y narcolepsia, entre otros síntomas, a sus habitantes. Mientras Mister X le da rienda suelta a su obsesión con descubrir que han hecho con su ciudad ideal, e intentar reparar estos errores, descubriremos que además padece una psiquis muy afectada por el consumo desmedido de drogas experimentales, que lo mantienen despierto las 24 horas.
Al margen de tener a un hombre tras su Frankenstein arquitectónico, Mister X también puede verse como un relato coral de personajes variopintos, o como una ciudad que muta junto a los artistas encargados de recrearla y un autor que lucha para que su concepto se transmita de la manera más fiel al lector.
Esta es la premisa o idea general, pero también sirve como contexto para otras historias o exploración de temas. Cada autor que pasó por el título dejó su impronta personal, las cuales van sumando y reestructurando el propio concepto.
INFLUENCIAS Y ARQUITECTURA
Como es obvio, la arquitectura es muy importante en el caso de Mister X, por eso mismo, no quería dejar pasar la principal influencia detrás de todo el concepto. En mi caso, suelo indagar un poco cuando una historieta me lleva a otras obras o disciplinas que escapan a mi conocimiento, y Mister X es una de las principales en mi muy humilde interés por la arquitectura.
Lo primero que menciona Motter como disparador de su idea es la película Metropolis (1927), de Fritz Lang. Aquellos personajes que deambulaban por la ciudad no podían ser producto más que de ella misma, era una ciudad que gestaba esa clase de individuos en masa.
Otra influencia, más teórica, es El Zoo Humano, del zoólogo Desmond Morris, libro en el que describe el comportamiento humano (en todo su espectro) en las ciudades, se pregunta sobre el progreso real, y las consecuencias de este condicionamiento.
Pero la influencia más patente es uno de los proyectos del arquitecto y urbanista Le Corbusier. Le Corbusier (Charles-Édouard Jeanneret-Gris) es uno de los más reconocidos e influyentes arquitectos del siglo XX y referente del modernismo, pero lo que nos compete son sus planes para la Ville Radieuse, una utópica metrópolis del futuro. Esta urbe, planificada a mediados de los años 20, pretendía una reforma en lo urbano y social, con una mayor eficacia en el transporte, suficientes espacios verdes y luz natural. La simetría y estandarización eran parte fundamental para el funcionamiento orgánico e integral de la ciudad. Aunque el proyecto no se llevó a cabo, muchas de estas ideas fueron “canibalizadas” para otros de quizás menos envergadura.
Así es como tenemos las dos Radiant Cities, lo que en Le Corbusier es una utopía y una ciudad soñada, en Mister X ese sueño se vuelve pesadilla para ser, como mínimo, una distopía por culpa de una arquitectura irresponsable.

LOS ORÍGENES: DEAN MOTTER Y PAUL RIVOCHE
A principios de los 80, Dean Motter trabajaba como diseñador gráfico cuando tomó el encargo para la tapa del single Megatron Man, de Patrick Cowley. El dibujo mostraba a un hombre enigmático, calvo y de lentes, sentado delante de una ventana, por la cual se veía un rascacielos imponente. Esta mezcla de elementos se le instaló a Motter en la cabeza, y junto con Paul Rivoche, compañero de estudio, decidieron explorarlo. De algún modo, la idea le llegó a Bill Marks, presidente y editor de la reciente Vortex Comics, que se comprometió con el proyecto si ellos decidían hacerlo historieta.
Así fue como Motter y Rivoche trabajaron por casi un año, volcando ideas, haciendo dibujos promocionales, bocetos, y discutiendo todo lo referido a este “Mister X” pero sin hacer el comic propiamente dicho. Como veremos más adelante, durante este período se logró una expectativa y misterio alrededor del proyecto, que difícilmente fuera a cumplir, pero es interesante como llegó a influir en muchos artistas conocidos en el medio.
A causa de diferencias creativas, Rivoche abandona las labores de dibujante, dejando a Vortex con un enorme pedido inminente y a la serie sin artista. Marks decide contactar a los hermanos Hernández para que se encarguen del guion, dibujo y entintado, mientras que Motter supervisa el argumento y el diseño general.

VOL.1, PRIMERA ETAPA: LOS HERMANOS HERNÁNDEZ (1984)
Este primer tramo de la serie, del #1 al #4, comprende lo que hicieron Jaime y Beto Hernández, con alguna colaboración de Mario en los guiones.
Si bien los Hernández crearon un comic interesante y entretenido, no es muy efectivo en expresar el clima y (por consiguiente) mucho del concepto inicial. Nos presentan a los protagonistas, que al margen del propio Mister X, componen un reparto muy variado, reconocible y con personajes femeninos importantes, como acostumbran los hermanos. Entre ellos están: Mercedes (la ex novia de Mister X, al cual llama Santos), Zamora (un empresario\gangster), Consuelo (la esposa de Zamora) y Katsuda, antigua abogada de Mister X devenida en amiga.
El mayor punto a favor de esta etapa es la puesta en marcha del concepto, los misterios alrededor de Mister X su ciudad, y algunas caracterizaciones. Aparecen las primeras explicaciones a la idea detrás de Radiant City, los cambios en su construcción y las consecuencias que eso acarreó.
Por el lado conceptual hay que señalar al menos dos cosas: el aprovechamiento del retrofuturismo, aplicar una estética clásica a elementos futuristas (como autos antiguos pero voladores) junto con varios anacronismos, para establecer que Radiant City es una ciudad que no pertenece a algún lugar o tiempo determinado.
Y lo segundo, si bien el estilo que debiera tener Radiant City es otro, si queremos forzar una interpretación, por momentos hay una influencia arquitectónica de la Bauhaus mientras que en las historias complementarias parece ser más futurista. Aunque a veces, la ciudad de fondo parece ser solamente un grupo de cajas rectangulares que aparentan edificaciones, y es donde se ve uno de los puntos flojos que se soluciona en la siguiente etapa.

El problema que tiene este período, según el propio Motter, es que los hermanos Hernández no plasman la arquitectura necesaria para que el concepto se transmita visualmente al lector.
Más precisamente, lo que falta es art déco, que veremos en breve. Brillan por su ausencia los rascacielos y sobre todo los interiores, lo que afecta la psiquis de los habitantes de manera directa. Creo, igualmente, que no es un producto malo, es un comic de los Hernández, y si es lo que buscás lo tenés, pero al seguir leyendo se entiende lo que remarca Motter, ya que él mismo se va a hacer cargo de los guiones de ahora en más.
La primer versión “oficial” es que los Hernández abandonaron el título para concentrarse en Love & Rockets a tiempo completo, y es cierto, pero la versión posterior es mucho más compleja y su razón es la falta de pago. Mister X se publicó de manera muy irregular en estos primeros números, y es en parte porque los Hernández retenían los originales hasta no cobrar lo respectivo por lo anterior, y esa estrategia les funcionó. Más o menos. Solo se quedaron hasta el número 4, y porque eran sus personajes después de todo y quisieron darle un cierre, aunque por contrato debieron ser seis números. Para mayor información, recomiendo un vistazo a la Comics Journal #101.
VOL.1, SEGUNDA ETAPA: KLAUS SCHÖNEFELD Y SETH
Klaus Schönefeld se hace cargo de los lápices y Ty Templeton de las tintas en esta nueva encarnación del título, que cuenta con Motter en los guiones, por lo tanto cambia la arquitectura general de la ciudad (vayan acostumbrándose a estos cambios, porque si no…).
Al parecer, la idea de este número en particular es desarticular las conclusiones del arco anterior, trayendo nuevamente preguntas sobre la identidad de Mister X, y de paso, matar a algunos personajes previos, como para hacer un “borrón y cuenta nueva”.
El número #5 es un número de transición, donde la ciudad es menos oscura y presenta rasgos más futuristas y modernistas en sus interiores, pero se acerca más a lo que visualizaban Motter y Rivoche, y a la ciudad de Metrópolis.

Klaus Schönefeld y Ty Templeton abandonan por falta de tiempo y poder dedicarse a otros títulos propios en la editorial (en esta ocasión puede que sea verdad) así que, nuevamente, se busca un dibujante. Lamentablemente, Schönefeld fallece luego de colorear el número 7, contando con tan solo 23 años.
La primer página de Seth es toda una declaración: una splash page de un rascacielos ornamentado y claramente en el estilo art déco, anunciando que la arquitectura volverá a un primer plano.
La etapa de Seth comprende del #6 al #13, siendo el #6 La Venganza de Zamora, y luego dividiéndose en dos arcos, The Secret y Nightclubs & Daydreams. El primero de estos arcos es donde se acentúa la influencia del cine noir, mucho contraste de luces y sombras acentuadas y una ciudad que parece haber llegado al futuro, pero aún perteneciendo a los años 40 o 50. Esto también se ve reforzado por la trama, que pone a Mister X en calidad de detective, atendiendo un caso de sonambulismo y posible homicidio por parte del presidente de Friedkin Pharmaceuticals.
Otra referencia notable y evidente, usada con maestría para expresar la opresión de la arquitectura, es El Gabinete del Doctor Caligari, más que nada en las primeras páginas, la secuencia del sueño, las edificaciones imposibles y la idea del sonámbulo asesino.
Pero quizás lo más destacable, es la transformación del estilo de Seth. La mutación que se puede apreciar desde el #6, donde va probando cosas, intentando no romper con cierta continuidad de estilo, hasta el #13, donde se hace evidente que tenía un ojo puesto en la historieta franco-belga, sobre todo en la línea clara o autores como Serge Clerc, Yves Chaland, Ted Benoit, etc.

EL NÚMERO 14
El primer volumen de Mister X cierra en su #14, pero existen dos versiones del mismo. El primero fue publicado solo en el formato original e ilustrado por Rodney Dunn, con un guion pobre, y muy de compromiso. El dibujo tiene momentos donde parece copiar recursos de Seth pero con mucha menos inspiración.
Años más tarde, cuando Motter recuperó los derechos para reeditar Mister X, aprovechó la oportunidad para reescribir y dibujar el último número, y editar un epílogo con fecha de 1989. En este último capítulo, Motter recurre bastante a la exposición, a superponer textos en imágenes y a un estilo con el que procura mantener el tono de lo anterior. Aún así, la idea argumental se expresa satisfactoriamente, y es lo que Mister X tanto temía: gente enloquecida y muertes en una ciudad que se desmorona minuto a minuto. No es un final bueno ni malo. Es un final, pero no EL final.
TALES OF SOMNOPOLIS
A lo largo de este primer volumen se publicaron varias pequeñas historias complementarias, periféricas a la central, que podían tener de una a 6 páginas. Entre ellas hay material de los Hernández, Seth, Paul Rivoche, Bill Sienkiewicz, Rob Eggleton , Rodney Dunn y Dave McKean. Años más tarde, McKean volverá al mundo de Mister X, pero esta vez haciendo equipo con Neil Gaiman para el #2 de la antología A-1 de Atomeka.

VOL. 2: JEFFREY MORGAN, SHANE OAKLEY & D’ISRAELI (1989)
THE BRIDES OF MISTER X
Un poco frustrado con el proyecto, Motter deja la tarea de guionista a su antiguo colega Jeffrey Morgan, quién escribió en las primeras anologías de Vortex, pero se desempeñaba más en el periodismo de rock (es también el biógrafo de Alice Cooper y los Stooges). La propuesta de Morgan y el estilo visual de la serie podría considerarse rupturista en referencia a lo anterior. Ahora tenemos una historia lineal y menos dispersa, con suficiente espacio para respirar a lo largo de los primeros 6 números.
Nos presentan a Blitzstein, un antiguo rival de Mister X, que apenado y motivado por los males que causa Radiant City, le ofrece al protagonista la oportunidad de reconstruir la ciudad de acuerdo a los planes originales. La propuesta es demasiado buena para ser verdad, así que Mister X se pone a trabajar en un plan de contingencia, ayudado por Katsuda y alguna amistad nueva que hará por el camino.
Además del nombre Blitzstein, durante el # 1 se menciona un par de veces la frase “the cradle will rock”, las dos cosas son referencias a la obra teatral homónima, un musical compuesto por Marc Blitzstein y dirigido por Orson Wells, sobre la avaricia corporativa y la corrupción.

En los lápices, los primeros seis números cuentan con Shane Oakley (y tintas de Ken Holewczynski para todo el volumen) y, como dije anteriormente, en esto radica la mayor diferencia respecto a todo lo anterior. Ahora contamos con blancos y negros plenos, muchos planos inclinados, formas angulares y juegos geométricos. Es un volumen que dice ochentas por todos lados.
LIMBO BOXCARS\SNAKE EYES & DEDICATED USER
El tramo que va del #7 al #13 comprende dos ideas: En la primera, Mister X muere y va al cielo, donde se enceuntra a Dios. Éste toma la forma idealizada que cada persona imagina, por lo tanto, ante los ojos de Mister X, Dios se verá igual a él. Al parecer, este no es lugar para nuestro protagonista, así que es enviado enseguida al “otro” lugar, que también toma una forma idealizada, y en este caso, es Radiant City.
En la segunda idea, Mister X cae en un sueño tan profundo similar a un estado de coma, y vuelve el personaje de Mercedes, que es donde cae bastante el protagonismo de estos últimos números. Junto con ella, reaparece Bride de la etapa anterior, y juntas buscan respuestas, pero para sorpresa de nadie, el final responde una pregunta y deja varias interrogantes nuevas.

D’Israeli hace un gran trabajo en los lápices, de calidad más constante que los guiones que le toca dibujar, que va de más a menos. Juega mucho con panorámicas y planos generales sin escatimar detalles, perspectivas de 3 y 4 puntos de fuga, y emula muy bien la sensación de profundidad y altura. Como contra, la ciudad que compone no tiene mucha personalidad, y es en gran parte, una ciudad típica de largos rascacielos modernos.
El último número del volumen está a cargo de Seth bajo el seudónimo Wilbur R. Webb y nos presenta una suerte de precuela, donde vemos el encuentro entre los arquitectos Meyer y Eichman, y aparecen personajes que luego, ya sabemos, serán importantes, como Consuelo y Katsuda.
Lamentablemente este volumen finaliza con este número, pero la historia sería retomada un par de años después en la antología llamada New Worlds Anthology, de 1996.
MISTER X SPECIAL N°1: PETER MILLIGAN & BRETT EWINS (1990)
MISTER INSECT
Cuando el vol.2 aún iba por la mitad, Vortex publica un especial llamado Mister X Special N°1 (aunque solo hubo un especial) escrito por la dupla de Skreemer y Johnny Nemo, Peter Milligan y Brett Ewins.
¿Mister X no duerme por sus obligación o porque tiene miedo con lo que pueda soñar? Con esta premisa Milligan nos mete en una historia diferente, rara, más oscura y un tanto kafkiana. O sea, bastante Milligan. En un fugaz pantallazo a los sueños de Mister X, se mezclan recuerdos infantiles, pesadillas con insectos, e insinuaciones de alguna relación abusiva temprana y traumática. Avisé que se ponía oscuro.
MISTER X VOL.3: DEBORAH MARKS & GENE GONZALEZ (1996)
Mister X se muda a la editorial Caliber para su tercer volumen, que consiste de una mini serie de tan solo 4 números, escrita por Deborah Marks y dibujada por Gene Gonzalez hasta el #4, donde es reemplazado por John Lucas.
Poca gente acompañó este proyecto a lo largo de su existencia como Deborah Marks. Ella fue quién se encargó del letreado desde el #6 y color desde el #9 del primer volumen, así que conoce en detalle cada encarnación del título, y sus guiones lo demuestran. Su argumento retoma los trastornos agudos causados por la psicoarquitectura, cuadros de gente que cree desaparecer de la realidad, y en el medio aparece una empresa gigante de asistencia psicológica por teléfono. El problema es que la gente desaparece de verdad. Lamentablemente no se llega a una conclusión satisfactoria, y la serie termina antes de lo esperado.
En el apartado visual regresa el art déco en las construcciones y con principal atención a los interiores, donde el dibujante, manteniendo una coherencia con el claroscuro del volumen anterior, prestó especial atención a los detalles opulentos y ornamentaciones propias del estilo, para remarcar diferencias sociales.
MISTER X THE MODERN AGE: DEAN MOTTER (2008)
CONDEMNED
Por fin llegamos al punto en el que Motter está 100% a cargo de su creación. Luego de otros proyectos de influencias y temáticas similares, que además suceden en el mismo universo, como Terminal City (Vertigo, 1996) y Electrópolis (Image Comics, 2001), Motter reúne la confianza suficiente para volver a Mister X. Lo que en un principio iba a ser una continuación, se convirtió en en una suerte de soft reboot, reestructurando su idea inicial y sumándole varias de los volúmenes anteriores.
A esta altura no hay grandes sorpresas en cuanto a las ideas, pero Motter de alguna manera logra salir con un argumento y tono completamente nuevos. Considerando los problemas psicológicos que padecen los ciudadanos, se pone en marcha un plan de reconstrucción masivo el cual también trae problemas edilicios y habitacionales. A esto se le suma la aparición de un asesino serial, el misterio de los ideólogos de la ciudad, la aparición e identidad de Mister X y nuevamente un reparto de personajes que puede parecer mucho para tan solo 4 números.
El mayor responsable de este plan que se va de las manos es el gobernador Rand y su segundo Roark, que son claras referencias a The Fountainhead, novela de Ayn Rand, sobre un arquitecto que lucha porque su idea se ejecute de la manera más pura posible. Esto puede verse como solo referencias o una crítica a la visión modernista de estos personajes, ya que no tienen muy en cuenta a la ciudadanía.
Condemned es una lectura densa y con texturas, con muchos subplots y personajes con su propia agenda y un contexto que es más que el lugar donde suceden las cosas. Esto puede costar un poco, pero está bien ejecutado y con cada lectura se aprecia más la receta matemática que confeccionó el autor.

Visualmente Motter da con un estilo acorde al concepto e influencias. Es sencillo, claro, reconocible, y con más pilas que en Electrópolis, aunque no hay nada muy arriesgado. Todos los elementos de la fórmula se integran a la perfección y a la vez tienen su propio brillo: La arquitectura, el género policial, el cine, el retrofuturismo y un misterio tangible en cada calle. Al principio puede notarse algo artificial, o muy dependiente de las herramientas digitales, pero a medida que nos metemos en las historias es algo que se disipa, al margen de que mejora y toma más riesgos.
Dado que por fin existe una buena continuidad y coherencia, mi idea es no adelantar más de cada miniserie, y dejar que cada uno lo vaya descubriendo (y si leyeron hasta acá, ya mucha paciencia deben tener). Lo que si voy a dejar es un orden de lectura, ya que las recopilaciones en TPB suelen juntar las miniseries y dejar para el final las historias cortas.
Orden de lectura:
- Condemned
- Mister X in Slumberland
- Yacht on the styx
- The Vanishing Breed
- Hard Candy
- Eviction
- Frozen Assets
- Razed
- Poker Face
- Excavations
El recopilatorio llamado The Modern Age, inicia con Condemned y finaliza en Razed. Poker Face fue publicado como numero unitario, y Excavations aún no tiene fecha de salida.
DOS OBRAS EVIDENTEMENTE INFLUENCIADAS
Al ser una obra de culto de hace tantos años, Mister X influyó directa o indirectamente un montón de otras obras más populares. Las dos que considero más dignas de mención, y por razones diferentes, son Dark City y Batman The Animated Series.
En Dark City, película de 1997 dirigida por Alex Proyas, tenemos a un protagonista que no puede escapar de la ciudad, tanto física como psicológicamente. Los demás personajes no tienen recuerdos previos y claros de su vida antes de mudarse a esta ciudad que reconfigura su arquitectura de manera constante, mientras unos hombres misteriosos de oscuros atuendos (¡y pelados!) se encargan de mantener ese orden.
La premisa no parece hacer sonar ninguna alarma, pero cuando uno tiene presente el tono y los elementos del comic, es imposible no ver las semejanzas. Dark City tiene un protagonista con problemas de identidad, una mezcla de modernidad con tono noir, uso de drogas sistemático y un misterio. De todas maneras no estoy haciendo una acusación o recomendando no verla, pero si tuviera un asterisco después de su nombre y una nota al pie, sentiría más satisfacción.
Trailer por aquí:
Cuando se hablamos de Batman The Animated Series, no solo se trata de la mejor adaptación del personaje por fuera de las viñetas, también de una de las mejores encarnaciones de Gotham que haya existido. Nos encontramos de nuevo con el Art déco: rascacielos imposibles con sus gárgolas correspondientes, zeppelines que sobrevuelan la noche, simetría y puentes que atraviesan la ciudad a cientos de metros por el nivel del suelo. Con una altura de ciudad futurista, pero calles del cine de gangsters, esta serie animada combina el período de desarrollo vertical, con el noir mientras mantiene una batalla perdida contra el crimen. A este estilo, o configuración, se le llama Dark Deco.
Pero las similitudes con Mister X no son casuales, ya que Paul Rivoche fue uno de los diseñadores principales para las tres primeras series animadas a cargo de Bruce Timm y Eric Radomsky. Su mano se exiende por Batman, Superman y Batman Beyond, y sus concepts pueden encontrarse fácilmente en internet.

CERRANDO
Más allá de ser una obra de ficción y con referencias muy específicas, está bueno extraer de Mister X una problemática real. Una arquitectura responsable que considere a los habitantes, la relación de la teoría y la práctica, la convivencia de la historia y lo contemporáneo, y la tensión que puede haber entre, por un lado las ideas, intenciones y objetos, y el impacto personal y los efectos sociales que se producen. O confundir la construcción incontrolable como progreso.
Nuestra vida existe dentro y entre estos gigantes de hormigón, acero y ladrillos, que condicionan nuestra forma de habitar y relacionarnos, que están allí desde antes y seguirán cuando nos vayamos.
Si después de leer todo este choclazo, alguien le presta dos segundos más de atención a un edificio que le genere curiosidad de algún tipo, yo estaré agradecido. Bah, si sirvió para empezar a leer Mister X, también está bien.
Para la próxima, hablaremos de François Schuiten, Las ciudades obscuras, y seguramente algo más.