Análisis del rescate de Duma Ediciones, sobre el segundo tomo de Rocky Keegan, personaje de Collins y Canelo.

“Rocky Keegan: Segundo Round”, de Ray Collins y Gerardo Canelo

Pergeñado por la dupla creativa integrada por el prolífico guionista Eugenio Zappietro, más conocido en el ambiente historietístico como Ray Collins (Buenos Aires, 1936), y el eximio dibujante Gerardo Canelo (Parque Patricios, 1940), este clásico drama deportivo vio la luz en las páginas de la revista Nippur Magnum, última antología de la señera Editorial Columba, publicándose ininterrumpidamente entre 1979 y 1993. El rescate impreso del serial en el nuevo siglo comenzó hace tres años, con el sello independiente dirigido por Ricardo de Luca lanzando el libro subtitulado Primer Round, que recopilaba los doce episodios iniciales.

Hace dos meses, con similar formato y en correcto orden cronológico, Duma Editores presentó otra docena de capítulos, en Rocky Keegan: Segundo Round, volumen de 136 páginas, B/N, impreso en formato 24×17 cms. que incluye material originalmente publicado entre fines de 1980 y 1981, buen rotulado digital de los textos, una correcta portada diseñada sobre arte interno (que mantiene una línea de estilo y color con el tomo previo), además del prólogo de rigor, firmado por el propio editor.

PIÑAS VAN, PIÑAS VIENEN

Esta segunda tanda de historias, narran cómo el joven protagonista se adentra todavía más en el mundo del boxeo profesional, desde la Gran Manzana, para disgusto de su madre adoptiva, Letizia Borassi de Keegan, y su padre biológico, Frederick S. Moore, empresario mediático dueño del popular matutino New Yorker Memorial, que hasta no hace mucho tiempo, ignoraba su existencia. Asimismo, la tirante relación con Ciro Moore, su medio hermano, pronto irá adquiriendo otra impronta, aún o gracias a la presencia de la joven periodista Deanne York, protagonista no tan involuntaria de un peculiar triángulo amoroso, todavía irresuelto.

Entre sus rivales de ocasión, se encuentran el sueco Linqvist, terrible pegador con una triste historia personal a cuestas, el vehemente Buddy Ladeva, que se llevará la sorpresa de su vida al meterse con nuestro ‘novato’, el moreno Randy Moran, en un cruce de guantes que terminará en empate por puntos, el griego Floyd Bella, matón dentro y fuera del ring, quién no estará a la altura, y Magan, grandote norteamericano con un ascenso meteórico, arreglado por su manejador. Los resultados de estos enfrentamientos, cabe destacar, muchas veces serán inesperados. Rocky no busca lastimar porque sí. Por el contrario, investiga a sus rivales para conocer las vidas que enfrentará en el cuadrilátero, encontrando motivos para ganar o perder, según el caso.

Rocky, visiblemente molesto con Max Ilborg.

Obviamente, empezar a codearse con la gloria, implica, también, la atención de ciertos managers de deportistas. Honestos y de los otros. Entre los primeros, se encuentra Mr. Hussey, el veterano irlandés, con quién el vínculo laboral inicia bien, al menos hasta la intervención de Giulia, su joven y morena hija. Más deshonestos son los métodos de la Consolidated, renombrada corporación ligada al deporte de élite dirigida por la poderosa Claire Powers, maquiavélica mujer llamada a convertirse en el nuevo interés romántico del púgil, situación que plantea un dilema moral para ambos, debido a sus respectivas y opuestas idiosincracias. Sobre el final, intentando alejarlo de este deporte, su padre le ofrecerá trabajo como periodista en el periódico que dirige.

EL BARRIO EN SUS PUÑOS

Si hay algo que no se pone en duda aquí, es el enorme profesionalismo con que los creadores abordaron al personaje, cariño manifiesto en todas y cada una de las entregas. En una época todavía fuerte para la editorial de la palomita, donde no era común el ‘material de relleno’ que llegaría a prevalecer en la década posterior, Rocky compartía cartel con lo mejor de lo mejor, tal la premisa con la que fue concebido el mensuario (en parte, para competir con la todavía reciente Skorpio, de Ediciones Récord); dando siempre la talla y ganándose la consideración de los lectores. A su manera, con sus propias formas, que no eran las imperantes entonces. Porque la historia del joven llegado de Pennsilvania a New York adquirió ribetes más propios del folletín, tan caro a la pluma del guionista, que de una historieta ligada al mundo deportivo de las que solía publicar el sello, antes y después.

No es de extrañar, por tanto, la proliferación de secuencias dramáticas, ni los giros argumentales casi telenovelescos, de los que el guionista hace uso y hasta abuso, en ocasiones. Pero considerado en conjunto (recordemos que la serie se publicaba con frecuencia mensual) y a más de cuatro décadas de su publicación original, lo cierto es que el material ha envejecido muy bien, siendo su lectura todavía llevadera (no es poco decir) y siempre entretenida, más allá del obstáculo que puede suponer para el público lector más joven los sendos bloques textuales de voz en off, distintivos del ‘estilo de la casa’. La prosa de Collins, igualmente, es atemporal, al igual que su poesía.

Viñeta Original Nippur Magnum.

Por el lado del dibujo, encontramos a Canelo en constante experimentación, esforzándose para volver su trabajo visualmente atractivo a pesar de la excesiva cantidad de viñetas que la grilla imponía (de ocho a diez cuadros por página, promedio), jugando con los encuadres o equilibrando eficazmente primeros planos con otros medios, sin nunca descuidar el trabajo de fondos. Sus trazos en este período guardan cierta reminiscencia a la ‘escuela clásica’, con cosas de Milton Caniff y Alex Raymond, aplicando un pincel cargado, firme y preciso. El buen trabajo de escaneo, incluso, permite apreciar un correcto uso de las tramas mecánicas, que acompañan adecuadamente a los lápices, lejos del nefasto color aplicado original.

Este logrado rescate editorial se suma al reciente desembarco del serial en Italia, ya que Rocky Keegan comenzó a integrar la revista Lancio Story, de Editoriale Eura, en 2023. Ojalá ‘el matador’ siga sumando más rounds en breve, también para nuestro mercado.








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Análisis del rescate de Duma Ediciones, sobre el segundo tomo de Rocky Keegan, personaje de Collins y Canelo.

“Rocky Keegan: Segundo Round”, de Ray Collins y Gerardo Canelo

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