¿Quién es Charles Forsman? ¿Cómo puede un joven que dice no tener estilo propio gozar de tanta popularidad? La respuesta está en la misma pregunta.

¿Quién es Charles Forsman? (Y por qué lo quiero tanto)

Conocí a Charles Forsman por la serie de Netflix The end of the fucking world. Ya la debo haber visto unas cinco veces. Amé el humor inglés, la idea de un pibito que se piensa psicópata y se enamora de una piba que está más sacada que él. Pero resulta que ese humor no era propio de su fuente, la historieta homónima, sino una adaptación de un humor mucho más crudo y terrible como lo es el del norteamericano Charles Forsman, historietista estadounidense nacido en 1982, uno de los artistas más influyentes de su generación. Pero, ¿cómo puede un joven que dice no tener estilo propio gozar de tanta popularidad? La respuesta está en la misma pregunta. La variación de estilo al no ceñirse a uno en particular ni seguir una única escuela y la libertad del artista al momento de concebir sus obras tienen todo el mérito. 

What I like about comics is that you don’t have to be a great artist. You can use what you have. And it’s halfway writing, as opposed to making pretty pictures. I always felt sort of stuck in between there, like not really a writer and not really an artist. It made sense to me once the teachers at The Center for Cartoon Studies kind of kicked me in the ass.
And the solitude. I’ve always been one to want to go away and do things myself, and learn on my own time.

Traducción: [Lo que me gusta sobre los comics es que no tenés que ser un gran artista. Podés usar lo que tenés. Y es mitad escritura, a diferencia de solo crear imágenes bonitas. Siempre me sentí como trabado entre esas dos cosas, como si no fuera realmente un escritor ni un artista de verdad. Todo tuvo sentido cuando la vez que los profesores en The Center for Cartoon Studies medio que me sacaron a patadas en el culo.
Y la soledad. Siempre fui el que quería irse y hacer sus cosas, y aprender a mi tiempo]

Forsman se movió durante algún tiempo en el ámbito independiente de los minicomics llevando a cabo un arte minimalista en blanco y negro en su ilustración. En más de una ocasión, hizo referencia a que no le interesa la presión de las expectativas del público sino que prefiere tener la libertad de publicar lo que a él lo conmueve. Así, ha logrado construir su target al punto de que algunas de sus historietas se pudieron llevar a cabo gracias a los aportes recibidos a través de Patreon. Utilizar esta plataforma lo llevó a tener un lectorado pequeño pero fiel con el que puede interactuar directamente y no depender de las grandes editoriales y sus limitaciones. 

Por otro lado, no suele aparecer en los que continuaron el formato acromático un despliegue de símbolos o alegorías de color, claro está, pero esto no quita que nos llega a las tripas igual con sus personajes contrahechos pero de unas vidas afligidas y agobiantes.

I think what attracted me to it was just the removal of any worry about it being precious or having beautiful drawings, and the fact that it was printed on cheap paper and you’re selling it for a dollar. It just removed any sort of value or preciousness. It cut to the core. I’m just focusing on telling the story. I don’t care if my characters look thin or if they’re drawn beautifully. No one’s gonna wanna hang this stuff on the wall. It just felt more like writing. Just going and not having the process get in the way of it all. You’re just able to put it out.

Traducción: [Creo que lo que me atrajo fue la remoción de cualquier tipo de preocupación de que lo que hacía tenía que ser precioso o tener hermosos dibujos, y el hecho de que se imprimía en papel barato que estás vendiendo a un dólar. Esto le sacó cualquier tipo de valor o preciosidad. Iba directo al grano. Solo me concentro en contar la historia. No me importa si mis personajes se ven delgados o si son ilustrados bellamente. Nadie va a querer colgar estas cosas en su pared. Se sentía más bien como escribir. Solo mandarme y que el proceso no se meta en el medio. Sos capaz de sacarlo y ya]

Su insistencia en la escritura tiene que ver, en buena medida, en que su modo de narrar tiene perfectos usos de las elipsis y la parquedad de sus diálogos con el uso de la palabra justa los hacen de una gran sensibilidad y caracterización de jóvenes sufridos y víctimas de un sistema que los dejó de lado ya sea económica, social o políticamente, o todo junto. Después de su paso por el trabajo del blanco y negro y debido a su relevancia y popularidad, comenzó a trabajar el color. De esta manera, logró una bibliografía de historietas variadas y disímiles en sus estilos:

The End of the Fucking World (serializada en Oily Comics, de septiembre de 2011 a febrero de 2013)

The End of the Fucking World (edición por Fantagraphics Books, 2011–2012)

Celebrated Summer (Fantagraphics Books, 2014)

Revenger #1–5 (Oily Comics, 2015)

Hobo Mom (con Max de Radiguès) (Fantagraphics Books, 2015)

Slasher (Floating World Comics, 2017)

I Am Not Okay With This (Fantagraphics Books, 2017)

Sin embargo, sus temas son recurrentes:

  • La adolescencia y sus problemáticas
  • Familias disfuncionales que generalmente implican la muerte o abandono por parte de los padres
  • La sexualidad
  • La represión, la opresión social y la constitución del “freak” marginalizado
  • La violencia
  • La salud mental
  • La muerte
  • La soledad

De todos modos, estos temas no suelen ser tratados de una manera “profunda” o “filosófica” con enormes cartuchos de textos ni globos explicativos que entorpezcan la lectura. Sino que los hechos que los interpelan simplemente ocurren, dando cuenta de su cotidianidad, normalización y naturalización. Por supuesto, también tiene que ver con la dificultad de los personajes de expresarse en torno a los conflictos que los atraviesan, la comunicación es algo que parece vedado porque la palabra no es posible para quienes no se sienten amados por nadie. Forsman ha explicado, en más de una ocasión, que la muerte de su padre durante la adolescencia lo llevó a lugares cercanos a la depresión y el escepticismo y, por esto, sus protagonistas suelen tener esas vidas tormentosas que no se espectacularizan sino que, al contrario, se las produce como un slice of life de un realismo impactante o, al contrario, con un tono fantástico en el que todo puede ocurrir en la subjetividad de estas personas y sus entornos. El tratamiento de estos tópicos lo acercaron a lectores de diferentes edades porque interpela a generaciones que, aunque se llevan años de diferencia, pueden identificarse con ellos. 

Me gusta la idea de dividir la obra de Forsman en dos. En primer lugar, los comics que trabajan la adolescencia, el abandono, la soledad y las problemáticas del núcleo familiar hostil en blanco y negro que ponen en juego el hastío y el NO FUTURE de la adolescencia. En este primer grupo pongo a:

  • The End of the Fucking World 
  • Celebrated Summer 
  • Hobo Mom (con Max de Radiguès
  • I Am Not Okay With This 

En el segundo, ubico aquellos cómics que se centraron en los géneros exploitation, donde la violencia y la sangre son descarnadas y existe una enorme dificultad para empatizar con unos personajes que nos dejan, incluso a nosotros, fuera de lugar. Nos saca de la comodidad y nos hace recorrer las modas cinematográficas de las últimas décadas del siglo XX, revisándolas y reconstruyéndolas. Además, las mujeres tienen un protagonismo de excelencia con su impulsividad y deseos de venganza a todas las formas de opresión y patriarcado con las que se encuentran. Acá Forsman sí usó el color y de una forma maravillosa porque tripas por todos lados:

  • Revenger 
  • Slasher 

Con esta breve reseña de Forsman y su obra, doy inicio a lo que luego serán artículos particulares de las obras que más me gustaron porque es necesario compartir esta manija y por qué creo que es un tipo al que no hay que dejar de seguir, ya que, siempre en algo nos podemos ver reflejados y es como una piña en el estómago.

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