“Search and Destroy” de Atsushi Kaneko
Voy a comenzar esta reseña de un modo particular pero a mi parecer pertinente: contando la importancia de un ejercicio que realicé en el taller de guion, así que quizás le pueda servir a más de uno. En la etapa de ideas e inspiraciones, tuvimos que re imaginar relatos típicos de un género a otro, y en lo posible, lo más alejado del original. Así fue como me tocó transformar la historia de un guerrero del sword & sorcery (género al que le escapo y no consumo) en un policial violento en los años 70.
Con el nuevo setting, nuevos personajes, nuevas motivaciones y una indagación correspondiente, la idea no tardó demasiado en cobrar vida propia. Éste es también el caso de Search and Destroy de Atsushi Kaneko.
LA (RE) IMAGINACIÓN AL PODER
Remontemonos a 2018, a la salida de Tezucomi, una nueva publicación que con el propósito de celebrar el aniversario N°90 de Osamu Tezuka. La premisa era sencilla: los postulantes debían tomar alguna obra conocida del “manga no kamisama” (Dios del Manga) y adaptarla al estilo propio. La elección inicial del autor Atsuhi Kaneko fue El Árbol de Éufrates, pero el editor le pidió que optara por una más popular, la cual terminó siendo Dororo (1967).

Ahora recordemos de qué se trataba Dororo, que ni siquiera era el nombre del personaje principal, Hyakkimaru, sino de un niño pequeño, ladrón, que acompaña al “protagonista” en su viaje. Hyakkimaru es un ronin del siglo XV, que nació sin extremidades ya que su padre pactó con yokais (que vamos a resumirlo como “demonios”… ya hablaremos de Shigeru Mizuki en otra ocasión) un intercambio por poder y dinero. Al nacer lo abandona pero alguien se apiada del bebé y gracias a prótesis y magia lo dota de las extremidades necesarias. Al crecer, Hyakkimaru buscará y se enfrentará a los yokais para recuperar las partes de su cuerpo que ellos posean. Una propuesta que procura ser bastante “shonen” por parte de un autor que no necesita probar nada y sin embargo se desenvolvía muy dignamente en cada género que se propusiera.
BUSCAR Y DESTRUIR
Kaneko toma la idea básica y un poco la estructura (aunque no tanto) pero reconstruye todo lo demás. Del siglo XV y XVI nos trasladamos a un futuro de ciencia ficción y bajo un régimen soviético militar. El factor yokai también es descartado y en su lugar tenemos a la mafia por un lado, y por otro a individuos híbridos, mejor conocidos por nosotros como cyborgs.

El mundo al que se adapta no podría ser más indicado, no sólo por lo oscuro y variopinto, sino que está claramente influenciado por una larga cantidad de obras seminales que hubieron entre Dororo y el presente. Adaptar a sensibilidades e ideas modernas es también blanquear un poco todas las que fueron influenciadas y sumaron algo a la cultura, así que cualquiera encontrará similitudes con Gunnm (Battle Angel Alita) por lo tecnológico y también a Tokyo Gore Police por lo visceral.
En ese mapa de referencias (y/o influencias) es ineludible encontrar algo de Blade Runner en los ambientes y contraste entre tecnología y el modo de vida más humilde. Obviamente Hyaku se enfrentará, al menos en éste primer tomo, a enemigos un poco retorcidos que pertenecen a clases más pudientes, avanzando así en el camino de recuperar su humanidad, aunque sus actos no parecen reflejarlo tanto.
Una diferencia interesante es la relación con su “padre”, que también nos recordará a Edward Scissorshands (Tim Burton, 1990) y en éste caso nos lleva a preguntarnos su esa relación se asemeja más a Pinocchio o Frankenstein.

LO QUE TE VAS A ENCONTRAR
Search and Destroy es principalmente un manga de acción que sólo frena para tomar más impulso pero al que no le falta corazón. Es simple pero con varios ingredientes, como esa canción que te rompe la cabeza, pero su secreto reside más en los arreglos que en la melodía principal.
Sobre el desarrollo de personajes es donde podemos decir poco. Sí hay una exploración a través de las acciones y decisiones, lo cual es lo justo para entender y seguir leyendo.
El aspecto visual es impactante, con detalles en expresiones y la tecnología, y con varios puntos a destacar. Por un lado las secuencias de acción, que son pura energía y violencia, y la gran masas de negro, algo no tan usual en mangas más tradicionales.

Fantagraphics, la encargada de editar Search and Destroy en inglés ya prometió la continuación para marzo del año próximo, y acá estaremos para seguir leyendo. Mientras tenemos más de 220 páginas para disfrutar hasta el hartazgo.