“En esta sección analizamos elementos queer en el mundo de las viñetas”
¿CÓMO APARECE EL GÉNERO EN LA HISTORIETA?
La pregunta por el género la continúo haciendo. Ya hablamos de Judith Butler y de Simone de Beauvoir, e incluso de Robert Stoller y John Money hoy toca Teresa de Lauretis y ¿qué mejor que traer sus tecnologías de género y su teoría queer para hablar de las gemas? El día de hoy analizaremos: La Tierra de las Gemas y Steven Universe.
TECNOLOGÍAS DE GÉNERO
Así como Judith Butler pone en crisis la definición de lo humano, de Lauretis va a poner en crisis el género y lo va a traer como pregunta, como concepto cuestionador. Va a abogar por la producción de legitimidad narrativa para una serie de cuerpos que no pueden instalarse en el binarismo y va a decir que lo que los relatos feministas deberían lograr es abrir otro campo de expresión de los géneros tal vez aún no existentes.
Al mismo tiempo, va a discutir con los postulados de Simone de Beauvoir respecto al género como diferencia sexual (la mujer como otro del hombre) porque estos no nos permitirían pensar por fuera del patriarcado y/o a proponer formas diferentes de organización social y de los cuerpos.
Dice que así como la sexualidad no era algo natural, el género tampoco, y se sostiene del concepto foucaultiano de tecnologías para hablar de las tecnologías de género:
Una tecnología es todo procedimiento a través del cual se articulan las relaciones de poder en una sociedad, todas las herramientas a través de los cuales se fijan los regímenes de verdad. Ejemplo: El cine, la literatura, el mercado, las pedagogías, las leyes (todo lo que nos da cuerpo y establece la relación entre los cuerpos).
Judith Butler piensa esto en términos de matriz heterosexual, de hecho no podemos pensar a de Lauretis sin Butler y vicerversa (a pesar de la rivalidad epistémica entre ambas). El discurso sobre la identidad de género mantiene las ficciones de coherencia sexual.
de Lauretis habla de la representación y autorrepresentación: “El género es el producto y el proceso de representación y autorrepresentación de los modelos jerarquizados de masculinidad y feminidad unidos por las formas culturales hegemónicas de cada época”.
Se sale del marco de lo relacional (alteridad, otredad) para decir que el género se da a partir de la representación que repetimos. Y la repetimos a partir de la identificación hegemónica. Vincula esto con el psicoanálisis (complejo de Edipo, complejo de castración) como tecnología de género para hablar de la producción de identificación con ciertas normas en relación al género. El género es un sistema de significados codificados e inscriptos sobre la falaz dicotomía de los cuerpos sexuados binariamente.
De igual manera, trabaja con Althusser con respecto de la ideología y los aparatos ideológicos y dice que si se cambiara ideología por género, funciona igual: la ideología es generizada, al mismo tiempo que el género es ideología. El sujeto feminista habita la contradicción constante.

TEORÍA QUEER
Surge el concepto de género en la calle, algo político, ligado en principio a un rechazo de los mandatos y representaciones sobre las mujeres para luego ser retomado por teóricas para ser complejizados.
Teresa de Lauretis va a ser la primera pensadora en juntar teoría + queer y traer la disidencia al campo de lo académico (en la Universidad de California). Buscaba reinventar el término en que se pensaba lo sexual, el cual traería herramientas a un discurso narrativo de ideas que permitiese pensar algo transgresor a la heterosexualidad.
Van a aparecer un montón de géneros nuevos y sexualidades (como butch femme) en la academia y van a poner en reflexión todos estos conceptos que nacían en las calles, diferente a los estudios gay-lésbicos que representaban a una población muy reducida dentro de la comunidad academica LGTB+ (mayormente homosexuales blancos de clase media). Todos esos circuitos eran heteronormativos. Sin embargo, la Teoría Queer se institucionaliza muy rápido y es canonizada y absorbida.
Teresa de Lauretis se va a retractar de haber tomado esta decisión epistémica y va a volcarse a los estudios lésbicos, distanciándose así de una criatura de “producción editorial”. Es por esto que es borrada de los orígenes de la Teoría Queer, a la que le asignarán dos madres (no menos importantes, pero que jamás utilizaron estos conceptos unidos en los textos de esa época, sino que simplemente problematizan el término “queer”): Kososfky Sedgwick (“Epistemología del clóset”) y Judith Butler (“El género en disputa”).

Las propuestas queer van de la mano con el género, pero corre del centro, desmarca, al sujeto político-teórico mujer, poniendo en foco otro tipo de subjetividades y otra serie de cuerpos y deseos. Las elaboraciones teóricas son ahora más complejas y permiten abstracciones, se despolitizan.
LA TIERRA DE LAS GEMAS ESMERALDAS
El género es pregunta. ¿Cuál es la respuesta? Hasta ahora teníamos dos géneros, masculino y femenino, pero nos encontramos con cuerpos que no se condicen ni en uno ni en otro, ¿qué pasa con ellos? ¿Cómo aparecen?
Poner en crisis lo humano es poner en crisis toda las concepciones que tenemos naturalizadas, como el género. Entonces, ¿qué pasa si tenemos personajes no-humanos (no animales, sino seres antropomórficos)? La lógica nos dice que no tendrían naturalizada la concepción genérica (así como muchas otras, por ejemplo la de dinero) o, en otras palabras: no tendrían género (o no tendrían los géneros que nosotros sí tenemos).
Steven Universe (Ongoing, de Melanie Gillman, Katy Farina, Whitney Cogar, and Mike Fiorentino, editorial Kaboom!) y La Tierra de las Gemas (Haruko Ichikawa, Ovni Manga) son dos perfectos títulos para averiguar cómo sería el género en un personaje antropomórfico no nacido en nuestro planeta. A través de personajes inspirados en gemas, veremos como “The Gem” o “Hōseki” no necesariamente han de traducirse como “la” gema.
STEVEN UNIVERSE
Mi colega Matías Mir hizo un repaso por los cómics de Steven Universe, que pueden consultar aquí. Sin embargo, yo no quiero hablar ni de tramas, ni de desarrollo de personajes, ni de ilustración o guion. Yo vengo a hablar de cómo aparece el (a)género en este, valga la redundancia, universo.
LA NO-HUMANIDAD Y LA DESIGNACIÓN
Lo primero que nos enteramos al entrar al universo de Steven es que las gemas no son humanas. De hecho provienen del Planeta Madre y vinieron a conquistar La Tierra, con la cual estuvieron en guerra (en la llamada Rebelión).
Son creadas en las “guarderías” a partir de la tecnología y cada una es una piedra preciosa que manifiesta su luz para adoptar un cuerpo físico, que pueden modificar debido al cambio de forma. Al poder modificar su forma, pueden optar la apariencia de una “persona masculina”, sin embargo no lo hacen porque, aparentemente, nacen con forma femenina y solo después de regenerarse adoptan la otra forma.
Si bien pueden adoptar una forma u otra, está confirmado que no tienen género. A pesar de esto, utilizan pronombres femeninos.
FUSIÓN-HA
Las gemas, entre otras cosas, tienen la capacidad de fusionarse entre ellas y con humanos. Existen varios tipos de fusiones: aquellas forzadas, aquellas emocionales y aquellas que se hacen por acuerdo. El amalgama producto de la fusión también combina los atributos mágicos de cada parte y esta fusión puede ser estable o no depende el tipo y la predisposición de las gemas al hacerlo
Algunos ejemplos de fusiones:
Garnet
Está creada por dos gemas: Rubí y Zafiro en un acto de amor.
Toda la serie (de tv y de cómics) aparece Garnet, así: prácticamente no se separan sus gemas creadoras, se aman y desean estar unidas. Además su unión es armoniosa y efectiva, y sus habilidades se combinan y generan una nueva gema con personalidad propia. Esta fusión, entre dos gemitas con aspecto de chicas, me recuerda a la pregunta por lo lesbiano.
En el #15 del run citado, Rubí y Zafiro se separan para ir en una misión con Steven: encontrar unas gemas volátiles. Y, como en la serie animada, no dejan de demostrar su amor:

Stevonnie
Es la fusión entre Steven Universe (mitad humano mitad gema) y Connie, su mejor amiga (humana).
En el #2, Steven y Connie se fusionan para comprar una entrada de cine que, separados, no pueden obtener debido a su edad. Stevonnie tiene aspecto de adolescente, mientras que por separado estos niños no llegan a 13 años. Aun así no pueden entrar, pero en el camino de regreso (aún fusionados) conocen a Kiki, tras accidentarse con ella, con la que tienen una espontánea salida a ver vestidos y luego se invitan a una cita en una fiesta.
Al final del issue, Stevonnie le dice a Kiki que solo sean amigas (la traducción es mía, en el original es “friends”) porque tienen miedo de contarle la verdad y que se enoje.

Fluorita
Esta gema es una fusión de seis gemas que tienen una relación poliamorosa. En el #26, Fluorita es llevada a la corte de los diamantes, donde es acusada de fusionar múltiples gemas (esto es visto como “antinatural e incomprensible” y “una abominación” –#27-) y se le dice que su castigo será separar a cada una (to unfuse) y encerrarlas para que nunca más se vuelvan a unir.

Un elemento que quiero destacar como curioso es que la apariencia de Fluorita se compone de los colores azules, violetas y rosas, como los colores de la bandera bisexual (en la foto adjuta solo se ve el verde, que es una burbuja que tiene puesta).
LA TIERRA DE LAS GEMAS
(lenguaje inclusivo alert)
Del otro lado del charco también tenemos una historia sobre gemas sin género: Hōseki no kuni.
Mientras que en Steven Universe, las gemas son formas de luz con una piedra preciosa en alguna parte de su antropomórfico cuerpo, que no puede ser destruida porque sino mueren, en La Tierra de las Gemas, todas ellas están hechas de su tipo de gema respectiva. Pueden fragmentarse y perder miembros del cuerpo o partes de la cara y no morir. Si estos fragmentos son separados o perdidos, entonces la gema no puede reconstituirse. De hecho, esas gemas están hechas de microorganismos vivos, lo que las convierte en seres vivos como nosotros: la característica de regenerarse es propia de ellas y de ningún otro ser viviente. Por otra parte, si la contaminación / veneno de Cinabrio (un personaje recurrente) toca algún miembro de alguna gema, esa parte deberá ser quitada y no se podrá regenerar, y con ella se irá una parte de la memoria de dicha gema (cada vez que un miembro del “cuerpo” de estas gemas es «destruido» y no se puede regenerar, pierden la memoria).
LA ¿AUSENCIA? DE GÉNERO
Como se ha visto en la nota sobre lenguaje inclusivo, en La Tierra de las Gemas traducida y editada por Ovni Manga se ha optado por la utilización de este recurso lingüístico no normativo. Resulta que las gemas, protagonistas de esta historieta japonesa, no poseen la concepción de género, puesto que no son humanas. Se ha expresado que estas gemas son agénero y su autora, Haruko Ichikawa, insiste en se busque traducir el manga de la forma más neutral posible para no asignarles un género u otro a estos personajes.
¿QUÉ ES EL AGÉNERO?
Agender (en su versión en inglés), según el diccionario de Cambridge se usa para describir a una persona “que no se identifica con ningún género en particular”. Esto puede implicar falta de género (lacking gender) o tener género nulo (null gender o genderless).
Este término fue utilizado por primera vez en el año 2000, en Internet, para describir a Dios (“es amorfo, agénero, así que no puede tener un género físico o una cosa sexual”).
Mucho más adelante, este no-género fue adoptado por la comunidad LGBT+ y se comenzó a acompañar con pronombres diferentes (they/them).

LA CONFLUENCIA DE GÉNERO Y SEXUALIDAD
Si de por sí es difícil adjuntarle una delimitación a las concepciones sexuales o genéricas, imaginen si estas se desbordan de esos propios límites. ¿Qué ocurre si una persona sin género se enamora de otra, que tampoco lo tiene? ¿Cómo denominar esa sexualidad?
En el capítulo 3 del primer tomo de La Tierra de las Gemas, Diamante, que es de les que tiene mayor rango de dureza, decide enfrentarse a Les Lunarians (literalmente “gente de la luna”) por si solx. Cuando se ve en peligro, llega Bort para ayudarle y les vence. Es entonces cuando “Dia” (así le dicen a Diamante), le dice a Fos (fosfofilita), nuestrx protagonista, que tiene pensamientos extraños respecto a Bort. Le “ama” (“totemo ai shiteru ni” en japonés; “Even though I love her so much”, en inglés) pero a su vez desearía ser el único diamante en la isla, puesto que Bort es únique en su especie, porque es un “diamante policristalino y aunque reciba un impacto desde un ángulo débil, esto no afecta a toda su estructura. Tiene el grado más espectacular de tanto de dureza como de tenacidad”.
Es cierto que decir “te amo” en la cultura japonesa tiene implicaciones de muchos tipos que tienen que ver con el grado de confianza, la edad, entre otras cosas. Pero el que se use este verbo y no otro, y sobre todo, lo que más me interesa: la traducción, envuelve la escena de muchas preguntas aparentemente sin respuesta.

¿Cómo nos explicamos estos afectos sino con palabras? ¿Y, qué palabras usar?
La autora nos propone un mundo donde las concepciones mundanas no tienen lugar y la afectividad es muy simple, no tiene tantos pormenores como ocurre en nuestra realidad; no tiene complicaciones terminológicas.
En Steven Universe, como decía hace unas líneas atrás, hay una suerte de afectividad lesbiana si leemos desde la conciencia de alguien alienado en una dicotomía de género. ¿Qué pasa si nos quitamos ese chip y buscamos la re-interpretación de ese cómic? ¿Qué pasa si nos posicionamos desde otro lugar para su lectura?
En La Tierra de las Gemas tenemos, lo que se conoce en internet como “ship” (pareja ficticia), entre Cinabrio y Fosfofilita, un algo no hablado, no resuelto, un algo que no está pero es mencionado en unas líneas muy contundentes:
“Cinabrio, ¿Fos se te declaró?”
(Final del capítulo 6)

Diamante es quien insinúa esta posibilidad. Más adelante, en el tomo 2 se le dice a Fos “Así como vos tenés a Cinabrio…” como preludio a un evento (que no voy a spoilear).
Esta insinuación no se pierde en ninguna lectura: evidentemente algo hay.
CONCLUSIONES
Con Stoller y Money vimos que el sexo y el género eran diferentes, con de Beauvoir vimos que el género no era una esencia y este se definía por la situación, que es donde ejercemos la libertad; y con Butler vimos que el género se sostiene por la repetición de lo previo. Tal vez ya no importa tanto qué es, sino qué no es. O más aún:
¿Qué es el género sino nuestra habilitación a la organización social y política de los cuerpos? Si construimos una sociedad donde el binarismo reinó desde la modernidad hasta la actualidad, ¿cómo esperar que ese binarismo se sostenga aún más? ¿Por qué no romperlo?
Ya no hay nada que pueda ser considerado naturaleza si respecta a lo humano, lo natural per se ahora se toma como construcción social. “No hay nada más queer que la naturaleza” dice Brigitte Baptiste. La naturaleza pasa a ser un escenario de trasgresión constante y el género, también.
Las narrativas actuales ponen en evidencia estos (¿anti?)géneros que comienzan a surgir. Tanto en Steven Universe como en La Tierra de las Gemas, no se habla de géneros, simplemente se desarrollan historias sobre planetas en guerra y relaciones interpersonales, nada más. El no-género es secundario y, sin embargo, importantísimo.
¿Qué viene primero: el género en la calle, en la textualidad (muchas veces académica), en internet, o en la ficción? ¿Acaso importa cómo se construyen los géneros? Tal vez lo importante es cómo estos se van inmiscuyendo entre las fisuras de un sistema binario previo que busca legitimarse por la repetición, por la reproducción.
La teoría queer viene a romper con el dualismo, va a centrar su interés en el estudio de diferentes sujetos. El queer es el outsider, y esto va a incluir no solo disidencias de género y de sexualidad.