SIMPLEMENTE SAICHANN
Las dos primeras entregas de la nueva colección de Loco Rabia nos trajeron en cuidadas nuevas ediciones Acero Líquido (Alcatena – Mazzitelli) y El inspector Bull (Albiac – Lalia), con un diseño de tapa más simple pero llamativo. Ahora le tocó el turno a un libro inconseguible de un dibujante que es menester comentarlo más. Se trata de Saichann, obra que recopila tres trabajos del dibujante Alberto Saichann junto a dos guionistas muy conocidos. Así, Loco Rabia suma a su nueva propuesta un buen libro y a la vez hace justicia con un artista nacional del cual deberíamos tener más en las bibliotecas.
UN POCO DE TODOS LADOS
El libro comienza con La Flor, publicado originalmente en Nippur Magnum (Columba) a mediados de los 90’s, con guion de Ricardo Ferrari y nos lleva directo a la guerra de Vietnam. Los protagonistas, un vietnamita llamado Nguyen Ho y Boby Quale III, un soldado americano, tienen sus propios problemas además del que los convoca, pero en una suerte de triángulo “amoroso”, coinciden en una persona: La Flor. Ambos acuden a ella buscando una prostituta, pero una vez allí, sus ojos de ella los compele a hablar sobre las historias y los fantasmas más personales.

Los personajes cruzan sus historias en un contexto donde es fácil perder la humanidad, la Flor les recuerda, que quizás se la pueda conservar, pero habrá que luchar o sufrir por ella.
Como un primer encuentro, el arte de Saichann no podría dejar mejor impresión. Apuesta por un fuerte blanco y negro, pero sin dejar técnicas como el crosshatching totalmente de lado. Hay momentos con detalles tanto en primer plano como en fondos, y sencillos pero efectivos recursos narrativos.

Para la segunda historia tenemos un cambio total de género. Bacteria, escrito por Eduardo Mazzitelli para la Skorpio, que en lugar de crear un mundo de fantasía más como el que nos tiene acostumbrado, nos transporta a una total distopía de ciencia ficción.
El protagonista, Herz, tiene una vida similar a la de cualquier otro ciudadano. Nada inusual para nadie, ya que la gran computadora así lo dicta. Todo programado, en un sistema perfecto. Hasta que Herz causa, por tan sólo una decisión, una reacción en cadena que cataliza un relato de tintes épicos. Éste desbarajuste lo convierte en el elemento a eliminar, en una bacteria ajena al sistema. Alguien que, de ser un don nadie, se lo construye hasta volverlo un anti héroe revolucionario.

Si en La Flor vimos que el dibujo no escasea en los detalles que recrean Vietnam, en Bacteria ésto va un paso más allá. Hay que crear un mundo entero de cero y no es raro pensar que la imaginación de Saichann se hace cargo de muchísimo (sobre todo las pequeñas criaturas, de estilo cartoon, que pueblan las viñetas). Claro, seguro hay libertad desde el guion y encontrar ese balance es mérito de ambos autores.

Y para el final, nos movemos a un barrio peligroso y lleno de historias, el Bronx. Acá Saichann se encarga, además del dibujo, de los guiones de las seis historias, y aprovecha para llevarnos a los momentos más sórdidos del libro. Este Bronx es un lugar poblado de tipos duros, mendigos, músicos y actores patéticos, antros jodidos y malas decisiones. Todo lo que necesitan las buenas historias.

Bronx fue publicada en Fierro y es anterior, cronológicamente a La Flor y Bacteria, quizás a eso se deba la diferencia gráfica en el estilo, que parece un poco menos identificable, pero para nada menos trabajada que las anteriores. Incluso a medida que avanzamos vemos más de esa modulación entre lo más realista y algo más sencillo, con un entintado de blanco y negro más pleno.

CONCLUSIONES
El tercer volumen de ésta colección de Esenciales es, además de bueno, muy variado y rendidor. Y si le sumás conocer un artista impresionante que de ahora en más vas a tener en cuenta cuando aparezca material suyo, con eso tildas todos los casilleros.
Ojalá dentro de ésta nueva colección se le dé una oportunidad al agotadísimo Río Kid, y sigamos haciendo justicia con el magnífico trabajo de Saichann. Y si sucede, aquí estaremos para hablar de él.