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Gaiman y el horror de Lovecraft. Todas las conexiones del escritor británico con el legado del escritor de Providence.

Mundo Lovecraft: “A Study in Emerald” de Neil Gaiman y Rafael Albuquerque

En Mundo Lovecraft, se reseñarán y/o analizarán historietas que tengan relación con el gran escritor de terror H.P. Lovecraft (1890- 1937). Adaptaciones, ficciones, tributos… Bienvenido al mundo del maestro de lo indescriptible.

Neil Gaiman, célebre escritor de Sandman y novelas como “The ocean at the end of the lane”, “American Gods” y “Good Omens”, ha coqueteado más de una vez con la obra del escritor de Providence… Y la adaptación de “A Study in Emerald” nos sirve como excusa para ver qué otros puntos de contacto hubo entre ambos autores.

SOMBRAS SOBRE BAKER STREET

Michael Reaves y John Pelan eran los encargados de desarrollar una antología que uniera el horror de Lovecraft con la figura del detective más famoso de la ficción, Sherlock Holmes. La idea es atractiva, pensar cómo lo indecible, inenarrable, un horror inmenso como que hace peligrar la cordura con su revelación, enfrente de la claridad, y la lógica deductiva. En otras palabras, lo que debe permanecer en oscuridad contra la luz de la razón. Reaves y Pelan se pusieron en contacto con Neil Gaiman proponiendo la idea de unir de algún modo los mundos, y de ahí en adelante todo marchó sin problemas. El relato es el encargado de abrir la antología “Shadows over Baker Street” (que contiene 18 más) y también se la puede leer en “Objetos Frágiles” de Gaiman. En el 2004 ganó el Hugo Award a relato corto.

ESTUDIO EN…

Desde el título entendemos que se alude a la primera historia del detective de Baker Street, y en gran parte lo es, hasta que se revela la naturaleza del caso. Holmes y Watson se conocen como en el texto original, por la búsqueda de un vivienda de Watson, luego la llegada de Lestrade, y la examinación de la escena del crimen. El cuerpo que ahora se encuentra allí tirado, presenta un líquido extraño de color verde, una bilis que se extiende desde la boca y por todo el suelo. En una pared, además de una enorme mancha, la palabra RACHE se destaca, escrita con la misma sustancia esmeralda.

Lo poco que hace Albuquerque con Lovecraft nos deja pidiendo más.

Determinan que las características del cuerpo no coinciden con las de un cuerpo normal, al menos no uno humano. Holmes deduce que se trata de un miembro de la realeza, y al salir de la escena del crimen, un carruaje los espera para llevarlos hasta el palacio real. Contar más allá de eso es estropear las sorpresas y las ideas por demás interesantes, pero como dije al principio, casi no hay negativos para remarcar.

Uno de los momentos incómodos del relato.

UNA ADAPTACIÓN IDEAL

Habiendo leído muchas adaptaciones de relatos o novelas al formato comic, puedo afirmar que son varios los puntos positivos por los cuales recomiendo A Study in Emerald. Muchas adaptaciones abusan del uso del texto original, trayendo párrafos y párrafos inalterados, arriesgándose a parecer más un cuento ilustrado que una historieta. Acá lo importante, la acción dramática, corre por cuenta del dibujo, con un mejor control sobre cuándo frenar o avanzar con la narración.
Las publicidades apócrifas entre capítulos, presentes tanto en el original como en la adaptación, a mi parecer funcionan incluso mejor como recurso gráfico y le da un poco más de variedad. Podría cortar con la atmósfera, sin embargo nos mete más en el mundo que mezcla realidad y ficción.

Hay más referencias, pero dejaré que las descubra el lector.

Quizás lo mejor de la adaptación sea lo que recae en el lápiz y tintas de Albuquerque. Para la ambientación no sólo hay que tener en cuenta la recreación de la época, su arquitectura o su niebla, sino también capturar el cómo se debe sentir el lugar. Para ello aprovecha un trazo lo suficientemente cuidado, con texturas lavadas o apenas difuminadas con acuarelas (o alguna herramienta digital que la emule muy bien). Como prueba de esto, me remito a la escena del palacio, una de las más logradas.

El ritmo también es muy logrado, ya que le da más espacio para que la historia respire, los textos (o falta de ellos) bajan o suben el ritmo de lectura. El texto original no llega a las 20 páginas pero con el dibujo uno obtiene mucho más de ella.

Juego de mesa basado en el relato. Ignoro cómo pudo llegar tan lejos.

Si he de señalar algún aspecto negativo, diría que es un texto que sirve mucho para introducirnos a un mundo donde convergen los dos autores, pero te deja la sensación de ser introductorio. En el libro publicado originalmente no sufre de ésto, ya que la idea se sigue explorando, aunque no compartan el mismo universo creado por cada escritor. La adición de los relatos (que comento a continuación) hubieran sido un excelente agregado.

PARA MÁS PLACER…

Estudio en esmeralda no fue el único contacto de Gaiman con Lovecraft. Desparramadas a lo largo de varios libros, hay que mencionarlas para quién se queda con ganas (de paso, no llevan más que un par de minutos de lectura).

I, Cthulhu” originalmente en el fanzine Dagon, en 1986, y desde el 2009 se lo puede leer online desde la página de Gaiman: https://www.neilgaiman.com/Cool_Stuff/Short_Stories/I_Cthulhu
Poniéndose directamente en la piel de un primigenio, Gaiman escribe una carta en primera persona.

Only the End of the World Again” en Shadows over Innsmouth (1994) y luego en Lovecraft’s Monsters (2014). Adaptado a historieta por Craig Russell y Troy Noxey en 1998, para la antología de Oni Press Double Feature, que luego fue publicado en libro por Dark Horse.
El protagonista se encuentra perdido en Innsmouth, tratando de averiguar qué sucedió exactamente la noche anterior. Pero el narrador es el propio hombre lobo, lo cual le puede traer problemas si se ll

Shoggoth’s Old Peculiar” en Acolytes of Cthulhu.
En este libro se recopilan historias cortas de varios autores (Borges entre ellos) y Gaiman se suma sobre el final con “Shoggoth’s Old Peculiar”, escrita originalmente en 1998. También se publicó separado con ilustraciones a cargo de Jouni Koponen, y es sobre un extraño que dialoga con acólitos de Cthulhu que esperan su despertar, creen ellos inminente, mientras prueban las “delicias” que se puedan saborear en una cantina lovecraftiana.

Lovecraft’s Monsters (2014), Only the End of the World Again (2000) y  Acolytes of Cthulhu (2014)

Para cerrar, pueden encontrar a Neil en un documental sobre el legado de Lovecraft, donde comparte cámara con grandes nombres del terror como Guillermo Del Toro. Gordon Stuart y varios más.

Gaiman no se puede sacar a Cthulhu de la cabeza. Perdón.

Más horror indescriptible en futuras entregas de Mundo Lovecraft. Nos leemos.

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