“Animal Man: Born to be wild” editado por Ovni Press
Dicen que es más difícil volver de un éxito que de un fracaso. Y si ese éxito es del escritor anterior (que no es otro que Grant Morrison, del cuál ya hablamos cuando Ovni editó su serie)…¿cómo se hace para continuar? A Peter Milligan le tocó esa tarea nada sencilla y Ovni Press acaba de editar esta etapa en nuestro país.
Y el elegido es…
Estamos en 1990. Grant Morrison deja al personaje en un punto muy difícil de continuar y toma el testigo Peter Milligan en el que quizás sea su año más ocupado, y ese es un dato a tener en cuenta. Milligan había llegado a DC, como uno más de la invasión británica de fines de los años 80 y debuta con Skreemer en 1989. Al año siguiente comienza su reinterpretación de Shade The Changing Man, dentro de los llamados “berger books” (para un mayor contexto los remito a esta nota), pero también escribe tres números de la serie regular de Batman (el arco “Dark knight, Dark city”), en la revista británica Revolver comenzaba Rogan Gosh junto a Brendan McCarthy, además de Hewligan’s Haircut junto a Jamie Hewlett (Tank Girl, Gorillaz) para la 2000AD.
¿Parece mucho, verdad? Con todo esto en el plato, le encargan Animal Man.
Efímera, cargada y experimental
Buddy Baker despierta de un coma. Durante los últimos tres meses estuvo inconsciente y el mundo al que despierta parece haber cambiado a su alrededor, aunque similar en grandes rasgos. Su esposa es distante, su hija ve algo extraño en él y el baño de su casa es una puerta a una jungla salvaje. Pero ahora, además de invocar habilidades de los animales, el cual es su poder, se despierta en él un grito primigenio del interior, del instinto, que conlleva a impulsos no bien vistos. Puede adquirir la agilidad de un tigre, pero involuntariamente también su apetito.

Pero hasta acá es sólo el primer número. En los siguientes será reclutado como parte del equipo de seguridad del presidente. Trabajará junto a Nowhere Man, un agente especial desplazado molecularmente (del que hablaremos más abajo) y se enfrentará a un enemigo envuelto en papel con las últimas noticias, a Notional Man y a un trío de niños con poderes muy específicos.

¿Si Animal Man es un comic de autor, lo más lógico sería…?
Como dije al comienzo, es muy difícil retomar una serie con un cierre de etapa tan arriba, con una impronta tan personal, y dejando al personaje en un situación en la que es casi imposible de retomar y complacer fácilmente al público. No, Milligan ni intenta esto último, sino que procura separarse y experimentar con otras cosas. En mi opinión, un dibujante distinto hubiese marcado más el quiebre, ya que Milligan no sé hace cargo demasiado de lo anterior, y en lugar de acentuar eso, mantener a Troug como dibujante sugiere más una continuidad, que no lo es tanto.
¿A qué cosas apela Milligan? Por un lado la mecánica cuántica, con las posibilidades que ofrece un mundo ramificado y el experimento del gato de Schrödinger (o pizza en éste caso). Podemos citar también el uso de la técnica del cut-up, popularizada por William Burroughs, pero que, pasando por Brion Gysin, se puede rastrear hasta el dadaísmo y Tristan Tzara, en la década del 20. Podemos detenernos un segundo en esto, ya que quién haya leído la etapa de Doom Patrol de Morrison, seguramente sabrá a lo que refiere la técnica. Tanto Morrison como Milligan ya experimentaban con recursos literarios antes de trabajar de lleno para DC, así que no es extraño asociar este momento de Animal Man a la etapa de Doom Patrol del escocés. De hecho, que Ovni Press la haya editado sirve para tenerla como lectura recomendada, tanto como los números anteriores de Animal Man.

Un poco pasado por alto es el humor, un poco a cuentagotas, pero presente en éstos pocos números. Milligan está a gusto con la ironía, el absurdo y la exageración, y aunque sea un poco, se hace presente, siendo Green Cigarette un buen ejemplo de ello. No se puede criticar que los cliffhangers mantienen bastante el entusiasmo en la lectura, esa sensación de “puede pasar cualquier cosa” es patente en esas últimas viñetas de cada número. Como punto negativo, también puede sentirse que la cantidad de ideas se pelean el poco espacio y a veces no tienen un propósito mayor.
Ya con el diario del lunes, creo que habían dos opciones al encarar el trabajo: O se vuelve a una historia convencional de superhéroes (cosa que no se le puede pedir mucho a Milligan) o seguir siendo un comic con impronta autoral. Y eso es lo que se hizo, pero también es difícil complacer a un lector que viene buscando lo anterior. La verdad es que, entre las expectativas no cumplidas y los demás trabajos, que le resultaban más interesantes de seguir, Milligan cierra un arco y deja el lugar a Tom Veitch, redondeando una corta etapa que pareciera de experimentación y transición, hasta que el personaje encuentra una historia a largo plazo más consolidada.
La Edición Nacional de Ovni Press
Estamos ante la primera obra de Milligan editada por Ovni Press y es, para mí, una jugada con cierto riesgo (pero créanme, también estoy contento). Como dije, es una etapa que deriva de la anterior pero se lee más como hermana de Doom Patrol. El recurso Burroughsiano no es fácil de trasladar a otro idioma, pero uno se acostumbra (son autores ingleses, pensando para los americanos, y ahora traducido al castellano). Como vienen haciendo en el último tiempo, usan el papel obra para títulos clásicos, que reproducen mejor el color de aquella época, pensado para un papel igual o similar.
Ficha Técnica:
AUTORES: Peter Milligan • Chas Truog • Steve Dillon • Mark Farmer • Tatjana Wood
FORMATO: Libro
TAMAÑO: 17×24 cm
PÁGINAS: 160
ISBN: 978-987-819-243-7
NÚMEROS ORIGINALES: Recopila Animal Man del #27 al 32
DESCRIPCIÓN (extraída de la web de Ovni Press):
“¡EDICIÓN EN PAPEL OBRA Y LOGO EN STAMPING METALIZADO!
Buddy Baker, el hombre con poderes animales, ha atravesado un infierno. Luego de que su familia fuera brutalmente asesinada, se embarcó en un viaje de venganza que lo llevó al otro lado de la realidad y a un desesperado enfrentamiento con su mismísimo creador. Finalmente, un milagro le devolvió a su familia y su vida. Pero… ¿acaso este es realmente su mundo? Luego de despertar de un coma de cuatro meses, Buddy descubre que su esposa no es la misma mujer que dejó atrás, y las ligeras diferencias en su pasado empiezan a alarmarlo. Peor aún, su conexión con el mundo animal está fallando,
y la matanza resultante amenaza con destruir cualquier oportunidad de comprender la verdadera naturaleza de su resurrección…”


Recomendaciones
Durante la nota ya recomendé la Doom Patrol de Morrison, que junto con el run de Animal Man, ambos por Morrison, son menciones obvias. Ahora pasemos a recomendaciones posteriores a la lectura, tanto sobre el personaje como del autor.
Animal Man sigue de la mano de Tom Veitch, y se suman Steve Dillon y Tom Peyer como editor, manteniendo al personaje hasta la próxima etapa destacada, la de Jamie Delano. De nuevo en manos de un escriba inglés, en el #51, el título muta al horror, con nuevas ideas y el dibujo de Steve Pugh que está hiper avanzado respecto a lo que hacía Troug. Acá está el Vertigo de sus primeros años. Bastante tiempo después, el canadiense Jeff Lemire vuelve un poco sobre aquellos conceptos, en algo que resulta un poco escondido (o manchado) por ser parte del new 52. Sin ser una maravilla, entretiene y es rápido de leer.
Y por el lado de Peter Milligan, si no quieren moverse de los superhéroes, tienen “Dark Knight Dark City” es una de las mejores historias del Riddler, con un Batman tomando decisiones extremas, o Flores para Rhino, construyendo un lado del villano con el que será difícil no empatizar. Y si prefieren lo más gritty o terrenal, junto con Javier Pulido y Cliff Chiang realizaron una serie de Human Target para Vertigo de más de 25 números. Y volviendo a su primer trabajo en DC, con Brett Ewins y Steve Dillon, hacen Skreemer, la historia del último gangster americano en tiempos post apocalípticos.

Esperemos que Ovni Press siga dando lugar a este tipo de material, y que el público acompañe. Entre los títulos de Vertigo y pre vertigo hay muchísimos títulos, tanto series como auto conclusivos, que pueden sorprendernos a casi 30 años de su salida. Así de adelantados estaban en el pasado.